En el video que compartió CTV se nota cómo el intruso aprovechó para disfrutar de las burbujas que estaban prendidas, sumergir su cara y hasta jugar con el dispositivo que suministra cloro.

Después de la relajante zambullida, el peludo disfrutó de una siesta en un roble cercano a la casa del hombre y después desapareció, informa el medio.

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La policía ha recibido varias llamadas de habitantes del sector que afirman haber visto al animal merodeando y corriendo por las calles, pero no han tenido la posibilidad de encontrarlo, indica la agencia.