Al niño se le ve abrazar con total autoridad la estatua y procede a besar la boca de la misma. El ‘romántico’ beso dura un par de segundos y al niño poco le importa si alguien lo está viendo.

Luego de besar la estatua, el niño se limpia la boca, dándole mayor realismo a su fantasía. Pero como si fuera poco, antes de abandonar el lugar, el infante se despide de la estatua, a quien evidentemente considera una mujer de carne y hueso.

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El video no permite establecer en qué país se originó la divertida escena, pero ya está siendo replicada a nivel mundial. Este es el apasionado beso entre el niño y la estatua de parque: