Tratt logró escapar del tiburón a pesar de que fue mordido y pidió ayuda, por lo que su hermano, Rob, se apresuró para ayudarlo, publica 9 News.

Rob y otros pescadores lo sacaron del agua y le hicieron un torniquete en la pierna afectada. Sin embargo, la víctima del tiburón falleció porque perdió una gran cantidad de sangre y para cuando llegaron los paramédicos ya no había nada que hacer, indica el mismo medio.

“Mi hermano murió en mis brazos haciendo su pasión favorita: la pesca submarina. No creo que pudiera haber conocido una mejor persona… Fue un hombre de aire libre y un hombre de familia … vivió una buena vida y se fue con un estilo espectacular”, dijo Rob Tratt al diario australiano.

Rob relató que el viaje a la isla de Fraser no estaba planeado. Por culpa de la pandemia del coronavirus no pudieron irse de vacaciones a Bali, por lo que apenas se alivianaron las medidas de distanciamiento social en Australia, decidieron ir con sus esposas e hijos a la isla de Fraser.

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El hermano de la víctima también contó que, antes de que Matthew se sumergiera al agua, un hombre les preguntó cómo podían meterse sabiendo que los tiburones frecuentaban el área, detalla ese rotativo.

“Es como cualquier cosa, sales y te diviertes, las estadísticas son bastante pequeñas. Él es el primer buzo en morir en un ataque de tiburón en 100 años en la isla”, añadió Rob Tratt.

La zona donde ocurrió el ataque del tiburón es popular entre los pescadores, y también es conocida como un refugio de tiburones. La esposa de Matthew afirmó que él conocía los riesgos y que murió haciendo lo que le gustaba y en uno de sus lugares favoritos, finaliza 9 News.