Uno de los restaurantes más famosos de México, pues tiene franquicias en varias de sus principales ciudades, La Buena Barra, fue tendencia gracias a la denuncia de una cliente que estaba celebrando un cumpleaños.

La cuestión se hizo viral en poco tiempo y sigue en el pico de la web. Aunque el restaurante salió a apagar incendios y dijo que devolverá el dinero, no ha sido suficiente para parar las críticas. Las redes sociales no perdonan equivocaciones.

Muchos lugares, como restaurantes o bares, han tenido que mejorar sus estándares de calidad y servicio. Pues cualquier denuncia o crítica expone a la compañía al escrutinio público. Como pasó con el restaurante La Buena Barra que fue denunciado en Facebook por una mala experiencia que sufrió una mujer en el lugar.

Karla González narró su experiencia en el restaurante en la ciudad de Monterrey, Nuevo León en su cuenta de Facebook. Llegó a celebrar un cumpleaños y tuvo que pagar casi 16 mil pesos mexicanos (un poco más de 3 millones de pesos colombianos) por una cuenta que no tuvo que salir por más de tres mil pesos mexicanos. Ella hizo hasta un presupuesto y sabía muy bien cuánto debía pagar, pero el restaurante le hizo una mala jugada:

“Cuando llegó el pastel y nos ofrecieron whisky, nos pusieron varios, nos dieron a oler, el mesero estaba súper insistente y al final Nelson eligió un Dalmore 25″ señaló la joven.

El engaño estaba ahí. Ese solo ‘shot’ de whisky costaba 13 mil pesos. Y así lo constataron al momento que llegó la cuenta. Karla dice que buscó el trago en el menú y nunca lo encontró. Por su parte, el gerente se negó a hablar con los clientes engañados, mientras que el mesero les insistía en que tenían que pagar.

“Hablamos con el capitán de meseros que nos dijo que sólo era engaño si nosotros pedíamos una cosa y se nos entregó otra, pero si no nos dijo el precio, no lo era. También nos mencionó que ese mesero se caracterizaba por siempre querer vender la gama alta de la mixología”.

La ley en México y en casi todo el planeta exige que los precios estén a la vista del cliente para proteger al mismo. Pero hay algunos establecimientos o empleados que se pasan de vivos. Y quieren engañar a los mismos.