Como el “mejor profesor de la historia” están calificando a Javier, un maestro de España, luego de que respondiera el correo que uno de sus alumnos le escribió cuando estaba de rumba.

Con claros errores de tecleo, el estudiante, al parecer un alto grado de alicoramiento, se atrevió a escribirle un mensaje en la madrugada para pedirle el favor de que ampliara la fecha de entrega de un trabajo, pues iba a despertar con guayabo.

“Te escribo desde el móvil; que he salido esta noche y mañana me voy a levantar con una resaca, hecho pedazos. Resulta que no me va a dar tiempo a entregar el trabajo mañana. ¿Me dejas entregarlo más tarde, por favor?”, se lee en el correo de Sergio Martos a su profesor.

Para empatizar con él y ganarse el favor, le preguntó por una camisa que había llevado a clase y que supuestamente estaba chévere para regalarle una igual o parecida al papá.

Luego, atinó a elogiarlo al decir que era el único buen profesor en una universidad llena de “capullos”. “Eres la hostia, te quiero. Por favor, déjame entregarlo otro día que eres el puto amo y quiero aprobar. Gracias, jefe”.

El mensaje de Martos sacó risas a muchos por su atrevimiento y ser tan confianzudo con el docente, pero luego la respuesta de Javier dejó atónitos a muchos, pues la gran mayoría pensaba que no iba a atender el pedido del alumno.

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La respuesta llegó horas después, poco antes de las 10 de la mañana, en la que el profesor le dijo a Sergio Martos que tenía envidia de él porque al parecer pasó una buena noche de fiesta.

Después escribió que sí le hacía el favor de ampliar el plazo para entregar el trabajo y que incluso era una oportunidad para sus compañeros, por lo que le pidió que les informara a todos el cambio de plazo.

“¿Qué bebiste anoche? La próxima vez que me envíes un correo electrónico, envíame también una botella como la que te tomaste anoche, para así no acordarme mucho de este correo. Un saludo y ten cuidado ‘jefe’”, escribió Javier.

Sobre la camisa de “viejo molón”, contestó que se la había regalado su esposa y que no tenía idea de dónde la había comprado, pero que le iba a preguntar para así darle el dato y él pudiera hacerle el regalo a su papá.

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