La joven, de 22 años, aseguró que su vida era “un infierno” por cuenta de esa extraña condición. Inicialmente, el mundo creyó esta historia debido a que sí existe una afección genética que provoca la formación de pequeños cristales en la córnea de una persona. Esta se llama cistinosis, informó Daily Mail.

El caso de Satenik se difundió profusamente luego de que ella fuera entrevistada por el canal ruso NTV, cuyos periodistas recogieron varias muestras de las supuestas lágrimas de la joven. Después de ser analizadas en un laboratorio, la gemóloga Olga Radiónova descubrió e que no eran cristales, indicó Sputnik News.

La experta explicó que solo era “vidrio industrial, el más común”, recogió la agencia de noticias.

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La profesora Anna Hovakimyan, del Centro Oftalmológico Republicano Armenio, también desmintió la historia de la joven. A pesar de no conocerla personalmente, la especialista afirmó que estaba “casi 100 por ciento segura” de que Satenik estaba fingiendo todo porque sus ‘lágrimas’ parecían “vidrio ordinario”, citó Daily Mail.

Hovakimyan también manifestó, según el diario británico, que posiblemente la joven armenia sufría del síndrome de Munchausen, un trastorno mental en el que una persona inventa o provoca síntomas para fingir que está enfermo, indicó Medline Plus.

Sumado a todo lo anterior, Dmitry Maichuk, un destacado oftalmólogo en Moscú (Rusia), señaló que si bien la formación de cristales en los ojos es posible, estos “deberían ser más pequeños” y lastimarían el ojo. Adicionalmente, de acuerdo con Daily Mail, el experto sostuvo que la formación natural de los cristales tardaría “varios meses” y no “horas”, como la joven dijo.

A continuación puedes ver el video de la entrevista en la que Satenik fingió todo: