Niels de Wildt, gerente del parque, aseguró a NOS Radio que la familia violó la norma de no salir del vehículo y que el personal del lugar no se enteró de lo ocurrido sino hasta que el video apareció publicado.

En las imágenes se ve que los padres y sus hijos se bajaron dos veces del carro. En la primera se mantuvieron a unos metros de distancia de los guepardos, mientras que en la segunda quedaron a pocos centímetros de los animales, pues estos corrieron hacia ellos. En ese momento, la mujer cargaba a su pequeño hijo. Al final, toda la familia regresó al vehículo sin ningún problema.

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 “Estas personas tuvieron muchísima suerte”, aseguró Wildt al medio citado, y luego dio una explicación sobre por qué los guepardos no atacaron en ese momento. Según él, esos felinos suelen comer a horas determinadas y en ese momento no tenían hambre, por lo que no estaban cazando.