Nguyen Xuan Quy fue “el paciente” que ingresó al Hospital Psiquiátrico Hanoi, ubicado en Vietnam en el año 2018, luego de entablar una amistad con uno de sus compañeros y tuvo poder de puertas hacia dentro, tanto así que convirtió un salón de tratamiento en una discoteca de música electrónica súper dotada.
Ahora, el paciente de este hospital psiquiátrico en Vietnam fue condenado a muerte, tras ser pillado con un compañero realizando fiestas en un centro asistencial médico. Según medios internacionales, lo acusan de hacer uso de equipos de alta tecnología, sonido y por supuesto luces estroboscópicas, mesas de DJ y altavoces gigantes, llevando a sorprender a todos sus asistentes en las fiestas, y aunque lo que parecía tan sólo una falta disciplinaria grave, lo llevo a una condena a muerte.
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El Tribunal Popular de Hanoi sentenció al hombre y su aliado a ser ejecutados, luego de haber sido sorprendidos de ser directos responsables de la compra y distribución de alucinógenos a sus invitados, además de pacientes adictos en recuperación. También algunos enfermeros y médicos fueron condenados hasta por cinco años de cárcel por ser presuntos cómplices.
En el hospital no sólo levantaron sospechas por el desorden durante las fiestas, sino por acusaciones de soborno a una de las trabajadoras de la institución, quien también fue encontrada culpable y sentenciada a tres años de prisión. Las reuniones llegaron a un nivel alocado; incluso, asistían trabajadoras sexuales. El centro nocturno fue tan sofisticado, que hasta instalaron elementos de tal manera que redujera el ruido y así tener privacidad en los encuentros ilegales.
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