Los non-fungible tokens, conocidos como NFTs, son un certificado de propiedad y autenticidad sobre un contenido que puede ser digital o físico. En 2021 las transacciones mundiales alcanzaron más de 40 mil millones de dólares.

Camila Fierro inicia su día a las 6:00 de la mañana al son de la canción ‘El espíritu de Dios está en este lugar’. A las 8 de la mañana, sin falta, recibe una videollamada de su entrenador personal, Juan Carlos Salazar. Él se encarga de que ella active su cuerpo, bien sea en el gimnasio de su casa, ubicada en el barrio El Chicó, en Bogotá, o en el parque más cercano donde pueda salir a correr. Luego trata de ir a misa o entrar en comunión espiritual al menos una vez a la semana, y a las 10 de la mañana inicia su jornada laboral.

De esta hora en adelante su rutina del día nunca es igual. Pasa el tiempo entre reuniones y conferencias de arte y el mundo ‘cripto’, dos pasiones que logra conectar a través de los NFTs. En sus palabras, el ‘criptoarte’ permite que la obra tenga una huella digital y para describirlo menciona las tres T: trazabilidad, transparencia y transferencia de valor, es decir que se valorice su obra con el tiempo. Por su trabajo, en el cierre de 2022 visitó tres países: Guatemala, para participar en el primer Foro de Economía y Negocios de Forbes; Inglaterra, para asistir a los debates, charlas y talleres de la comunidad NFT, y Estados Unidos para exponer sus obras en la Quinta Avenida, en la WEB3 NYC Gallery, de Nueva York.

Al inicio de su carrera de artista, Jaime Fierro, su padre, sentado en la sala de la casa, le preguntaba cuál era su intención y visión de futuro, porque ser sostenible con un proyecto artístico en Colombia supone muchas dificultades.

Según Daniel Tolmos, director del departamento de Artes de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, “de los 817 egresados de Artes entre 2001 y 2015, sólo el 10% ha continuado en el mundo artístico”.

Jaime Fierro no entendía qué pretendía su hija, pues ella es ingeniera civil egresada en 2019 de la Universidad Javeriana. Pero en junio del 2020 decidió construir puentes no convencionales. Reconocida bajo el nombre ‘Soy Fira’, decidió desafiar las estadísticas y se dio cuenta que era más importante conectar con la gente. El interés por estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías y sus trazos le permiten hoy vivir del arte.

Primeros trazos de ‘Soy Fira’

Con un cuaderno inició su carrera de artista por los museos de Europa, mientras pintaba a los grandes haciendo copias, como la mayoría de los artistas en formación, en el Musée d’Orsay en París y la National Gallery de Londres. Se paraba frente a las obras, las observaba, abría una hoja en blanco y cogía su lapicero negro. Desde que ponía la punta del esfero en el papel no la despegaba, haciendo honor a su arte de un solo trazo. Se demoraba entre 30 y 40 segundos en recrear, a su manera, cualquier obra, y así fue encontrando su estilo. Turistas y espectadores pasaban por su lado tratando de mirar qué anotaba en su cuaderno. Ella al terminar ponía su obra junto a la original y tomaba una foto.

Apenas volvía a Bogotá iba a la casa de su abuela y se sentaba a negociar sus trazos con ella. Su ‘Polli’, como Fierro la llama, era la compradora de sus obras desde niña. Recuerda que solía pintar “mamarrachos”, figuras sin sentido, y hacía en origami a serpientes, sapos y barcos que terminaban componiendo la colección de su abuela.

Con el tiempo, a través de las redes sociales la gente empezó a reconocer su trabajo. Diferentes personalidades colombianas del arte y la moda le empezaron a solicitar retratos. Fierro cobraba 15 dólares por cada imagen. Con la venta de su primer NFT en 2021, le dio un sello a su arte digital y encontró una forma de vincular su obra a la revolución tecnológica actual.

La trazabilidad de un sueño

La curiosidad de Fierro no solo la encaminó al mundo ‘cripto’, sino que también le abrió posibilidades para fortalecer su proceso creativo, la construcción de comunidad y la trazabilidad de sus trabajos.

A partir de la implementación del Bitcoin en 2009 surgió en paralelo el ‘Blockchain’, lo que facilita a los autores de obras digitales saber cuántas veces se ha comprado su obra y dejar un registro de ello. Así que, por un lado, los NFT utilizados para la autentificación de obras que tienen valor intrínseco son un gran avance para los artistas digitales que pueden, al fin, ver recompensado su esfuerzo.

En una entrevista de Fierro para Forbes, la artista contó que, tras entender lo que estaba pasando con esa tecnología, se dijo a sí misma: “Yo necesito meterme, si quiero ser una artista digital, tengo que estar en ‘cripto’”, aunque era difícil empezar porque para entonces había pocos libros o investigaciones académicas en español que abordaran el tema.

Por las experiencias que empezó a compartir por redes sociales, aumentó su comunidad digital. Ponía imágenes de sus obras en las pantallas de Time Square, en el Foro de Economía y Negocios de Forbes, o jugando golf con sus amigos, entre otras publicaciones. Así llegó a trabajar con marcas como Vogue y personalidades como J Balvin y Mercedes Campuzano.

Acercamiento espiritual de ‘Soy Fira’

Una de las palabras favoritas de la artista es conexión. Y la aplica en la gran mayoría de los ámbitos de su vida. Desde niña ha sido fiel creyente de la energía y su manifiesto dicta que “si todos estamos conectados con nuestra alma, podemos vibrar mucho más alto”. La sonrisa de dientes grandes y blancos de Fierro y su carcajada son reflejo de la buena vibra que inspira a quienes han tenido la oportunidad de conversar con ella.

Tras graduarse como ingeniera, se dedicó a estudiar Física cuántica. Los libros y pódcast fueron su guía en este tema que, aunque es difícil de entender, explica de la siguiente forma: en la materia siempre hay energía presente y cuando se condensa la suficiente, se producen vibraciones que forman enlaces sólidos.

Un acercamiento con su abuelo, quien murió hace 35 años, fue lo que la introdujo en la vida espiritual, que dicta a las personas a entregarse a la oración para establecer una mejor comunicación y conocimiento con nuestro mundo etéreo.

Hans Sperber es su amigo, compañero espiritual y guía de conocimiento a través de los registros akáshicos, que son una fuente para entender pensamientos, emociones, intenciones y palabras que han ocurrido en el pasado de acuerdo con la corriente religiosa de la teosofía. Sperber insiste en que aún queda un largo sendero por recorrer y experimentar, por algún lado se empieza. En ese comienzo es precisamente importante reconocer su propio valor para atraer abundancia. Fierro manifiesta la prosperidad a través de la meditación y el yoga que practica en grupo cuando se encuentra en Bogotá. Y esta la refleja por medio del arte.

Los artistas expresan sus sentimientos y emociones y suelen estar ligados con lo que sucede en la sociedad. Hoy está en auge la importancia de cuidar de la espiritualidad, la salud mental y también se repite insistentemente la importancia de no perder hábitos intelectuales de lectura y escritura. Desde los 17 años, Fierro ha plasmado necesidades del mundo por medio de piezas artesanales como los cuadernos reciclados, que hacía desde que estaba en el colegio.

Al finalizar el año escolar en el Gimnasio Los Portales, colegio en el norte de Bogotá, siempre sobraban hojas en los cuadernos de ella y sus compañeras. Fierro las recolectaba y las cosía. La tapa de estos cuadernos eran cajas de cereales que le daban un sello a su fundación ‘Ya tengo dónde escribir’, con la cual niños de escasos recursos recibieron útiles escolares que les servían como herramienta para su educación.

En Colombia, según las cifras del Dane, la inasistencia escolar pasó de 2.7 % en 2019 al 16.4 % en 2020 a causa de la pandemia. El cierre de las escuelas demandaba que niños, que no tenían con qué comprar cuadernos, ahora debían tener un computador o tableta para asistir a sus clases.

Siguiendo con su compromiso desde el colegio y como la artista reconocida que es hoy, Fierro destina un 10 % de las ganancias de su cripto arte para entregar tabletas para que niños de escasos recursos en el país accedan a información y tengan un desarrollo óptimo.

Este proyecto es parte de su principal objetivo como creativa: ser alguien que escucha a su tiempo y a su comunidad.

Por: Sara Salamanca y María José Omaña

*Estas notas hacen parte de un acuerdo entre Pulzo y la Universidad de la Sabana para publicar los mejores contenidos de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo. La responsabilidad de los contenidos aquí publicados es exclusivamente de la Universidad de la Sabana.