Así lo contó la princesa Ana, su hija, que aseguró que la mano se la habían regalado unos estudiantes australianos hace unos años.

“Al principio mi madre la consideró impertinente pero un tiempo después quedó fascinada”, explicó la princesa en una entrevista a Hardman, informó Insider.

El dispositivo es un guante relleno que cuenta con una palanca de madera que logra el movimiento con un ligero toque. Isabel II tiene guardada la mano en Balmoral, la residencia estival de la reina y su esposo, el duque Felipe de Edimburgo.