El acto corresponde a una campaña con la que la marca surcoreana busca dejar atrás la polémica alrededor de su Galaxy Note 7, que tuvo que ser retirado del mercado a finales del año pasado por sus constantes problemas de batería, señala Engadget.

De hecho, ese smartphone llegó a prohibirse en vuelos de todo el mundo, por lo que tiene sentido que Samsung haya querido aprovechar un vuelo en España para generar el ruido que consiguió, por lo visto en las publicaciones de muchos usuarios en redes sociales con el hashtag #Note8Abordo.

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A la mitad del vuelo, las azafatas hicieron su aparición pero no precisamente con comida o bebidas. En sus ‘carritos’ reposaban los 200 celulares que regaló Samsung, uno a cada pasajero del vuelo.