Históricamente, Colombia es un país de alta actividad sísmica, como lo evidencian sus tres grandes cordilleras, y las placas tectónicas presentes en su territorio. Casi que todos los días el Servicio Geológico Colombiano (SGC) reporta movimientos telúricos (gran parte de estos son imperceptibles por la población), con un grado de precisión que indican la magnitud (qué tan fuerte fue el movimiento), el epicentro (el lugar en donde se originó el movimiento o las vibraciones en la tierra) y la profundidad (a cuántos kilómetros de la superficie se presentó el fenómeno natural).

Para registrar el movimiento de la tierra, y emitir alarmas mediante su sistema de información, el SGC tiene sensores ubicados en lugares estratégicos del país. Un trabajo en el que se ha requerido una inversión de recursos económicos, investigación y talento humano profesional.

Hace unas semanas fue noticia en Colombia las alertas de actividad sísmica que comenzaron a llegar a los teléfonos inteligentes de muchas personas. Según lo descrito en redes sociales por los usuarios, estas advertían sobre un movimiento telúrico e invitaban a las personas a ubicarse en un lugar seguro. Muchos se sorprendieron al sentir, después de unos 10 o 15 segundos, ese movimiento de tierra del que se les estaba alertando.

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¿Cómo lo hacen?

Aunque hay regiones que, por su geología, tienen más probabilidad de registrar actividad sísmica, para la ciencia aún es imposible predecir el día y hora exacta en la que se va a registrar un sismo o terremoto. De allí lo sorprendente de esta tecnología de Google, pues tiene la capacidad de alertar con segundos de antelación.

Sin embargo, según lo explicado por Micah Berman, quien es el gerente de seguridad de Android en Google, las alertas que se envían no son predicciones de un evento sísmico, sino avisos de que ya se ha registrado el movimiento y la onda mediante la que se extiende el mismo está próxima a llegar.

En suma, es física mezclada con tecnologías de telecomunicaciones pues, para entender esto, hay que tener en cuenta un aspecto clave, y es que la velocidad de una onda sísmica (que puede viajar a varios kilómetros por segundo, dependiendo del material del suelo) es considerablemente inferior a la velocidad a la que puede viajar un mensaje entre dispositivos móviles (que es casi la velocidad de la luz, es decir, cerca 300.000 kilómetros por segundo en el vacío del espacio).

Esto, en el rango de alcance que puede tener un sismo o terremoto, se traduce en segundos de diferencia que pueden salvar vidas. Como lo detalla Berman, “hay investigaciones que muestran que las alertas tempranas de terremotos pueden reducir el número de accidentes y muertes hasta en un 50 %”.

Contrario a lo que se podría pensar en un principio, Google no está conectado a los sensores del SGC, sino que utiliza los teléfonos que funcionan con el sistema operativo de Android para crear una gran red de detectores de sismos. Sobre esto, resalta que el sistema de Google no vuelve obsoleto al sistema de detección de sismos que pueda tener un gobierno nacional, sino que puede ser visto como un complemento.

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Berman explica que Google usa los sensores de movimiento que tienen los teléfonos para registrar el movimiento de la tierra. Detalla que este registro se activa cuando los smartphone se encuentran cargándose (para evitar el desgaste de batería) y cuando están sobre una superficie plana, como una mesa de noche.

Para evitar que el sistema arroje alertas falsas, pues hay otros elementos que podrían simular las ondas de un sismo o terremoto, como el paso de un avión, el mismo emite una alerta solo si un considerable número de teléfonos reportan el movimiento al mismo tiempo.

Al teléfono del usuario que es alertado le llega un mensaje con indicaciones, como que debe cubrirse y buscar un lugar seguro. Berman detalla que la empresa tiene en cuenta recomendaciones locales, pues no en todos los lugares lo más idóneo es evacuar un edificio, por ejemplo. “La guía ampliamente aceptada es ponerse a cubierto y aguantar. Eso es lo que normalmente recomendarán nuestras alertas”, indica.

Cuando las alarmas generan temor

Aunque esta tecnología desarrollada por Google (que está al aire desde el año 2020 y ya está presente en más de 90 países) ha sido diseñada para mitigar al máximo las señales falsas, la reacción que muchos pueden tener ante un mensaje de estos es entrar en pánico y sentir terror.

Así lo expresaron, en su momento, algunos usuarios de Twitter al contar su experiencia con las alertas. Consideran que fue exagerado el uso de la palabra “terremoto” en el aviso, cuando lo que experimentaron fue un movimiento muy leve y en algunos casos imperceptible.

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Seguramente esto es algo en lo que deberá trabajar la compañía, pues una de las principales recomendaciones que hacen los expertos en estos fenómenos naturales es mantener la calma.

No obstante, no es desatinado asegurar que esta es una tecnología que tiene un inmenso potencial para salvar vidas. Los planes de Google a futuro con esta, según lo dicho por Berman, es seguir trabajando en su desarrollo (con detalles de precisión como el cálculo de la magnitud en el epicentro del terremoto) y llevarla a más países.

“Todavía podemos mejorar para proporcionar información más precisa. La seguridad es una prioridad para Android, y para Google es importante trabajar en herramientas que nos permitan estar más seguros”. “Estamos invirtiendo mucho en construir la próxima generación de estas herramientas”, concluyó el directivo de la tecnológica.