De acuerdo con la empresa de tecnología estadounidense, el mecanismo, llamado AirShield, estaría ubicado encima de cada pasajero en la unidad donde están normalmente la luz y el aire acondicionado, indicó CNN.

La cadena de noticias, igualmente, señaló que el dispositivo está diseñado para retener las gotitas respiratorias, principal fuente de contagio del COVID-19, en un pequeño espacio limitado, creando una especie de escudo invisible alrededor de los viajeros.

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“El flujo del aire juega el papel más importante en la propagación del brote en un avión. Basándonos en nuestra investigación en curso, una solución a este problema podría ser AirShield”, manifestó Anthony Harcup, alto funcionario de Teague, en este mismo medio.

A pesar de que este mecanismo es nuevo, Harcup aseguró en el informativo que el AirShield simplemente potencia el sistema de ventilación, que ha sido efectivo en los avíanos durante los últimos años.

El funcionario también enfatizó en CNN que con este dispositivo no sería necesario limitar la ocupación de la aeronave dejando asientos libres, lo que produciría una gran pérdida económica para las aerolíneas.

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El pasado primero de junio, entre tanto, la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), en cooperación con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), presentó los nuevos protocolos para viajar en avión a nivel mundial.

Estas recomendaciones, avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), llaman a los países, aeropuertos y compañías a implementar medidas “coordinadas a nivel global”, para garantizar la seguridad de los pasajeros.