De acuerdo con el Departamento de Defensa del país norteamericano, una vez esté disponible la vacuna, las personas mayores, las que tienen patologías preexistentes y los trabajadores de la salud serán los primeros en recibirla.

La entidad gubernamental, igualmente, prevé administrar el tratamiento contra la enfermedad respiratoria por niveles.

“Antes de que cualquier vacuna sea aprobada o autorizada, OWS desarrollará los planes y la infraestructura necesarios para distribuirla. Los ancianos, los pacientes con afecciones preexistentes y los empleados que ofrecen servicios esenciales estarán en los niveles más altos”, afirmo un alto funcionario del gobierno estadounidense.

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Saad Omer, profesor de la Universidad de Yale, sin embargo, aseguró en CNN que la Operation Warp Speed se ha basado hasta el momento en desarrollar la vacuna con métodos totalmente nuevos, dejando de un lado viejas tecnologías que funcionaron en el pasado.

“Las técnicas novedosas son buenas y podrían funcionar bien, pero realmente deberíamos estar cubriendo todas nuestras apuestas, para que los tratamientos funcionen y sean efectivos”, agregó Omer en el informativo.

El departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), por su parte, indicó que ha invertido cerca de 1.200 millones de dólares en la vacuna que está desarrollando la Universidad de Oxford, 456 millones en la de Johnson & Johnson y 483 millones en la de Moderna.

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A pesar de que su efectividad será probada hasta septiembre, Daniel Prieto-Alhambra, catedrático de farmacoepidemiología del centro educativo británico, indicó que el instituto Jenner podría empezar a distribuir su antídoto contra el coronavirus en diciembre.

“La vacuna ya está en fase 3 de los ensayos clínicos, llevan reclutados cientos de pacientes y esperan tener resultados hacia octubre o noviembre. Sería la primera en comercializarse”, enfatizó el científico español.

Esta semana, finalmente, se confirmó que la dexametasona, un medicamento de bajo costo y de fácil acceso, puede reducir considerablemente la tasa de mortalidad de los pacientes graves con COVID-19.