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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 1, 2025 - 6:04 pm
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En un contexto marcado por la preocupación sobre el impacto medioambiental y la búsqueda de soluciones sostenibles, la producción de bioplásticos se ha posicionado como una posible alternativa para enfrentar el desafío del uso excesivo de plásticos convencionales. Según un reporte publicado por El Espectador, este tipo de materiales, que se derivan de recursos renovables como el almidón de maíz o la caña de azúcar, están ganando terreno en diferentes sectores industriales. Empresas y centros de investigación han comenzado a explorar su potencial para emplearlos en envases, utensilios de un solo uso e incluso componentes médicos.

Los bioplásticos, de acuerdo con la información compartida por El Espectador, presentan ventajas significativas frente a los plásticos elaborados a partir de derivados del petróleo. Entre sus beneficios más destacados sobresale la capacidad de degradarse bajo determinadas condiciones, lo que contribuiría a disminuir la contaminación asociada a la acumulación de desechos plásticos en el medio ambiente. Sin embargo, expertos citados en el mismo medio advierten acerca de la necesidad de fortalecer la infraestructura de reciclaje y compostaje para que la introducción masiva de bioplásticos tenga verdaderos efectos positivos a nivel ambiental.

A pesar de los aspectos positivos, la transición hacia materiales biodegradables presenta retos importantes. Por ejemplo, el costo de producción de los bioplásticos es aún superior al de los plásticos tradicionales, lo que limita su acceso a mercados más amplios. Además, aunque estos materiales tienen la posibilidad de descomponerse, esto solo ocurre en contextos de compostaje industrial, según expertos entrevistados por El Espectador. En consecuencia, si los desechos no se disponen adecuadamente, persiste el peligro de acumulación en vertederos o de traslado a cuerpos de agua, manteniendo así parte del problema ambiental inicial.

Otro punto señalado por los especialistas tiene relación con el abastecimiento de materia prima para la fabricación de bioplásticos. El uso de cultivos como el maíz y la caña de azúcar podría implicar la competencia por tierras agrícolas que, de otra manera, estarían destinadas a la producción de alimentos, según advierte el artículo de El Espectador. Por esta razón, investigadores buscan alternativas que utilicen residuos agrícolas o materiales no comestibles para evitar un conflicto entre la industria alimentaria y la manufactura de bioplásticos.

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Como se pone de manifiesto en el análisis publicado por El Espectador, la incorporación de bioplásticos en los procesos industriales requiere de la cooperación entre empresas, gobiernos y consumidores. El desarrollo de normativas claras, una mejora en el acceso a tecnologías de reciclaje y compostaje, y campañas educativas para promover la correcta disposición de estos materiales, son pasos prioritarios para avanzar hacia soluciones más sostenibles. Solo a través de un abordaje integral será posible mitigar el impacto ambiental que actualmente generan los plásticos convencionales y abrir camino hacia una economía circular.

¿Cuál es la diferencia principal entre bioplástico y plástico convencional?
El interés por los bioplásticos muchas veces lleva a la confusión respecto a sus diferencias con los plásticos convencionales. Según la información proporcionada por El Espectador, la distinción fundamental radica en su origen: los bioplásticos se producen a partir de materiales renovables como el maíz o la caña de azúcar, mientras que los plásticos tradicionales derivan del petróleo, un recurso no renovable. Esta diferencia implica que los bioplásticos pueden reducir la dependencia de combustibles fósiles y ofrecer ventajas medioambientales, siempre que sean gestionados de forma adecuada.

Además, es importante señalar, como destaca también El Espectador, que no todos los bioplásticos son biodegradables ni todos los plásticos biodegradables son necesariamente de origen biológico. Por lo tanto, comprender esta distinción resulta relevante para quienes buscan reducir su huella ambiental a través de sus decisiones de consumo, ya que elegir bioplásticos biodegradables requiere prestar atención tanto a su composición como a las condiciones de disposición final.

¿Qué significa compostaje industrial?
A raíz de la especial atención que despierta el tema del bioplástico, surge el interés por entender conceptos técnicos asociados, como el compostaje industrial. Según las aclaraciones de los expertos consultados por El Espectador, el compostaje industrial se refiere a un proceso controlado que requiere condiciones específicas de temperatura y humedad que no suelen alcanzarse en sistemas caseros. Solo bajo estas condiciones los bioplásticos pueden descomponerse completamente, lo que resalta la importancia de contar con infraestructura adecuada para la gestión de residuos.

En ausencia de instalaciones de compostaje industrial, los bioplásticos podrían terminar en vertederos convencionales y perder su potencial de descomposición rápida, prolongando su permanencia en el medio ambiente. Por ello, el desarrollo de sistemas integrados de reciclaje y compostaje es clave, como subraya El Espectador, para que la innovación en materiales realmente llegue a traducirse en beneficios ambientales tangibles.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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