El lunes, el ministro de economía de Alemania, Robert Habeck, y su homólogo francés, Bruno Le Maire, tocaron, sin nada de preocupación, el tema de Meta y la posible salida de Facebook e Instagram de la Unión Europea.

“Después de que me hackearon, he vivido sin Facebook ni Twitter durante 4 años…. La vida es fantástica”, dijo Habeck, a lo que Le Maire respondió: “Seguro que viviríamos muy bien sin Facebook”.

Los 2 ministros europeos indicaron que seguirán defendiendo los datos personales de sus ciudadanos y concordaron que las empresas tecnológicas, como Facebook e Instagram, no están acostumbradas a que les pongan un freno ante sus medidas de privacidad.

Ahora, este martes, quien continuó con el mismo discurso de que no habría problema con que Meta deje de operar en la Unión Europea fue el secretario de Estado de la Transición Digital y las Comunicaciones Electrónicas de Francia, Cédric O.

Lee También

“¿Y qué? Nuestra única brújula, la que guía la acción del gobierno, la acción de las instancias europeas, es hacer respetar las decisiones colectivas democráticas de los ciudadanos europeos”, dijo Cédric O.

El secretario se pronunció en la conferencia ‘Construir la soberanía digital europea’, organizada en París en el marco de la presidencia de turno francesa del Consejo de la Unión Eueropea.

Entre las decisiones colectivas mencionadas se encuentra “la protección de datos y el reglamento general de protección de datos”, subrayó.

En su último informe ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC, por sus siglas en inglés), la empresa estadounidense explicó que el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) del 16 de julio de 2020 podría tener consecuencias para su “capacidad de proveer servicios”.

“Si no nos permiten transferir datos entre países y regiones en las que operamos, o si nos restringen la capacidad de compartir datos entre nuestros productos y servicios, la capacidad para proveer nuestros servicios podría verse afectada”, indicó la compañía que dirige Mark Zuckerberg.

La razón fundamental de esta posible “afectación” a sus servicios es la dificultad que las mayores restricciones de privacidad suponen para poder personalizar los anuncios ‘online’, que es la principal fuente de ingresos de Meta.