La exclusión social es el peor de los rechazos, es tan avasallante que, al menos en Colombia, ya está normalizada. Desafortunadamente, se rechaza por raza, origen, estrato, género y hasta por la ropa.
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Si hay un colmo mayor ese es la exclusión. Para un grupo inmenso de personas, todo lo que llevamos es rasgo de algo, normalmente de estatus. Hoy vinimos a hablar de los celulares, pues un informe del Financial Times puso en relieve una situación que se está presentando en Norteamérica.
En una encuesta, los jóvenes de Estados Unidos manifestaron que se avergüenzan por tener un celular Android en vez de un iPhone. Para ellos, este último de la compañía Apple es sinónimo de riqueza.
Lo grave de la encuesta es que las mujeres y los hombres que tienen Android reciben un trato distinto, es decir, son apartados y son víctimas de matoneo de parte de los menores que tienen un Iphone en las manos.
No es un caso aislado, ya que 9 de cada 10 jóvenes poseen un celular de la marca Apple, lo que refleja la necesidad por diferenciarse del sistema operativo estigmatizado (Android).
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La discriminación es tan difícil e hiriente, que los jóvenes que no tienen Android se quedan sin chatear con los que prefieren usar aplicaciones como iMessage, que es exclusiva de Apple.
Dicho lo anterior, muchos padres han visto el desafío de criar a un hijo que excluye o es excluido por el celular que posee. Algunos casos son alarmantes y están estrechamente relacionados con el matoneo escolar.
Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz
Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.
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