¿Cómo pudo este mago pasar de ser la figura más grande del fútbol mundial a terminar en una cárcel paraguaya? 

Ronaldo de Assis Moreira, mejor conocido como Ronaldinho, nació y creció en Vila Nova, una favela de Porto Alegre. A sus 9 años su papá murió ahogado en una piscina, ‘Dinho’ se sobrepuso a la tragedia jugando fútbol. Y desde pequeño se supo que estaba destinado para grandes cosas, a sus tiernos 13 años metió ¡23 goles en un partido!, La grandeza lo llamaba…

De la mano de su hermano mayor, figura paterna y representante Assis, ‘Dinho’ llegó al Gremio de Porto Alegre. Allá descrestó a todos con su juego Alegre, y dejó en ridículo en más de una ocasión a Dunga, en los clásicos contra el Inter por el torneo Gaucho. Con Brasil ganó el mundial Sub-17 de la FIFA y la Copa América de 1999. En el 2001 llegó al PSG y empezó a encantar a los espectadores de todo el mundo. Un año después llegaría al Barcelona, en donde mostraría su mejor versión deportiva.

¡Era un lujo verlo jugar!

En el Mundial Corea-Japón 2002, el ‘scratch’ de Luis Felipe Scolari y con figuras de la talla de Ronaldo, Rivaldo, Cafú y Roberto Carlos se quedaron con la Copa del Mundo. Ronaldinho aportó con 2 Goles y 3 Asistencias, además de su ya famoso ‘Jogo bonito’. Con la camiseta ‘blaugrana’ Dinho formó un equipo imparable. Jugó 5 temporadas con el Barca, ganando 2 ligas, 2 Super Copas de España y la Champions League 05/06. Esa orejona se la ganó nada más y nada menos que al Arsenal de Titi Henry. Luego de ganarlo todo y ser el mentor de Messi durante los primeros años de su carrera, su juego decayó, culpa de la noche catalana.

A Ronaldinho le encantaba la fiesta, y hasta tal punto de su condición física y que Guardiola no contara más con él. Terminó en el AC Milán. Con el conjunto ‘Rossonero’ pudo ganar un Scudetto en 2010, siendo el jugador con más asistencias del torneo. Aunque su declive era notorio. “No me sorprende, su condición física siempre ha sido muy precaria, aunque su talento nunca se pone en duda”, diría su DT Carlo Ancellotti. Luego de ilusionar a la hincha de Gremio de Porto Alegre con un eventual regreso, Dinho eventualmente pegó la vuelta. Llegó en Enero de 2011, ¡pero a Flamengo!. Dejó a la gente en Gremio esperando, con custodia militar y helicóptero contratado. Paulo Odone (presidente de Gremio) culpó a su hermano Assis: “habían 7 versiones de ese contrato, no sé cómo negociar así”.

Mientras tanto, Ronaldinho ponía las expectativas de la hinchada rojinegra demasiado altas: “Muchos vuelven a Brasil para cerrar sus carreras, yo vengo a ganar todo lo que pueda”. Sin embargo, Dinho hizo más ruido afuera que adentro de las canchas. Su relación con la noche era insostenible, hasta el punto que el Flamengo creó una línea telefónica, para que sus hinchas pudieran alertar cuando lo vieran de parranda. Los teléfonos no dejaron de sonar.

Luego de alegar falta de pagos por parte de las directivas del Flamengo, Ronaldinho fue a parar al Atlético Mineiro, donde llevó el #49, en honor al año en el que nació su madre. En el Mineiro volvió a reencontrarse con su mejor fútbol y ganó la Copa Libertadores de 2013.

Hay dos razones fundamentales por las cuales Ronaldinho volvió a estar en forma en Mineiro. La primera es que quería demostrar que el problema era el Flamengo, no él. La segunda es el apoyo que recibió de los hinchas cuando su mamá enfermó de cáncer. Nunca lo olvidaría. Luego de su paso por el Atlético Mineiro sus destinos sería los Gallos Blancos de Querétaro.

“Cada viernes después de jugar tomaba un avión privado a Cancún o a Playa del Carmen y regresaba hasta el martes. Era una estrella.” dijo su compañero Patricio Rubio.

Su aventura en México duró solamente 9 meses, en los que no levantó ningún trofeo.

Luego jugaría unos meses más en Fluminense, hasta que por fin, en medio de abucheos y a sus 37 años, decidió colgar las botas para dedicarse a su verdadero gran amor: la noche. Pero además de la parranda y el fútbol, la vida de Ronaldinho también ha tenido capítulos turbios… 

En 2012 fue investigado por la fiscalía debido a que su Instituto mantuvo contratos irregulares con el estado, de hasta 300.000 USD. Un juez los terminaría absolviendo.

Otro escándalo se daría en la ribera del río Guaiba de su natal Porto Alegre. ‘Dinho’ fue multado con 2 MUSD por construir una plataforma ilegal de pesca y un muelle. Rechazó la multa por años, hasta que un juez se quedó con su pasaporte hasta que cancelara su deuda.

Este año se abrió una nueva investigación en contra del astro brasilero. Esta vez por una empresa de criptomonedas llamada 18kRonaldinho, la cual prometía grandes dividendos. Algunos inversionistas reclaman que se trató de una pirámide y exigen más de 65 MUSD.

Pero el último capítulo de las desventuras de Dinho llegaría en marzo de este año, cuando él y su hermano fueron capturados en Asunción con pasaportes falsos. Lo más extraño de todo es que los brasileros pueden entrar a Paraguay sin pasaporte. Los hermanos Moreira dijeron que los pasaportes pertenecían a la empresaria Dalia López, prófuga de la justicia.

La fiscalía paraguaya investigó a Ronaldinho y su hermano por presuntamente ser parte de una red de internacional de lavado de activos. Durante su tiempo en la cárcel, Ronaldinho compartió pabellón con ilustres presos del Paraguay, como el dirigente deportivo Ramón González. Jugó un picado con los presos, metiendo 5 goles en la victoria 11-2 de su equipo.  ¿El Premio? ¡Un marrano de 16 kilos!

Esperamos que sea el último tropiezo de un grande del deporte, que si no fuera por la noche, tal vez hubiese sido el más grande de todos los tiempos. Sin embargo, sus gambetas imposibles dejaron una huella imborrable en los amantes del fútbol.

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