Sobornos arbitrales, amaño de partidos y una vasta red de corrupción que dejó muy mal parados a grandes equipos como la Juventus y el Milan.

Italia no solo es la cuna del renacentismo, también es un país con una historia futbolera envidiable, tanto que su selección, la Azzurra, ha levantado cuatro copas del mundo. Los italianos son en particular personas apasionadas, y si se trata de fútbol, mucho más. Los Tifosi, como se le conoce a los hinchas, alientan con una pasión única, lo cual convierte a la Serie A una de las ligas más importantes del mundo. En la temporada 2005/06 de la Serie A, la Juventus era el líder indiscutible del torneo. La Vecchia Signora estaba comandada por el histórico Fabio Capello y tenía una plantilla de lujo; Gigi Buffon, Lilian Thuram, Fabio Cannavaro, Patrick Vieira, Alessandro Del Piero, Zlatan Ibrahimovic, Pavel Nedved, eran algunos de los nombres. Un equipo de talla mundial.

El 14 de Mayo de 2006 la Juventus lograba el Scudetto después de derrotar a la Reggina por 0-2 en el Stadio San Nicola de Bari. Con goles de Trezeguet y Del Piero, la Juve levantaba una nueva liga, sumando 91 puntos, 15 puntos más que su escolta, el Inter de Milán. Pero la felicidad duraría muy poco para el equipo Bianconeri. Poco antes de iniciar el mundial de Alemania 2006 se destapó una olla que haría temblar a todo el fútbol italiano: la Fiscalía revelaba a la opinión pública una serie de conversaciones que daban cuenta de nexos entre altos directivos de diferentes clubes con el designador arbitral de la serie A, Paolo Bérgamo.

Se disparan las sospechas y el principal señalado es el campeón del torneo en un escándalo que trascendía el ámbito futbolístico y sacudía a toda una nación. “Hasta las señoras que van al mercado en la mañana quieren leer sobre esto – es impresionante”, bromeaba el periodista italiano Giancarlo Galavotti. La presión del escándalo obliga a dar marcha a las investigaciones de forma inminente. Se cree que directivos del Inter de Milán estuvieron detrás de las denuncias, causadas por los extraños arbitrajes que recibía la Juventus fecha tras fecha, pero esto nunca fue confirmado.

Al concluir las investigaciones aparece un nombre clave: Luciano Moggi, alto directivo de la Juventus, que junto a otros directivos y árbitros, fueron denunciados por el delito de tráfico de influencias y amaños arbitrales. Moggi estuvo a cargo de la Juventus por más de 12 años, y alcanzó a ser el hombre más poderoso del Calcio. Era una especie de padrino, los demás clubes venían a buscar sus servicios, y ninguna transferencia se realizaba en Italia sin su aprobación.

En los audios obtenidos por la Fiscalía se aprecia cómo Moggi le pedía expresamente al jefe de arbitraje que les asignara árbitros que fueran parciales hacia la Juventus. Estas llamadas clandestinas las realizaba haciendo uso de compañías de telecomunicaciones suizas. Todo se agravaría aún más cuando la fiscalía italiana exigió investigar a otros clubes presuntamente involucrados en el escándalo, entre ellos el Milan, la Fiorentina, la Lazio y el Reggina, quienes al parecer habían hecho uso de los servicios de ‘Il Padrino’ Moggi.

Dada la gravedad del asunto, la Federación Italiana se mostró muy dura a la hora de imponer sanciones. Se vieron penalizados clubes, árbitros y directivos de la Federación de Arbitraje. Luego de apelaciones, las sanciones quedarían de la siguiente manera:

La Juventus fue el peor parado. La Federación anularía su título de la temporada 2004/05, declarando el título desierto, sin ningún campeón, y revocó el obtenido en 2005/06 que quedaría en manos del Inter de Milán. Adicionalmente, la Juve fue descendido a la Serie B y donde empezarían la temporada con 9 puntos menos.

El descenso provocó que muchas de las estrellas del club se macharan: Cannavaro al Real Madrid, Zlatan Ibrahimovic y Patrick Vieira al Inter, Thuram y Gianluca Zambrotta al Barcelona, causando además la dimisión de Fabio Capello.

Sin embargo, a pesar del escándalo, algunos pesos pesados del plantel decidieron quedarse y contribuir al resurgimiento del equipo. Pavel Nedved, Gianluigi Buffon, David Trezeguet, Giorgio Chiellini y Alessandro del Piero, nombres envidiados por cualquier equipo top del mundo, jugaron la temporada siguiente en la Serie B. Esto les permitió volver rápidamente a la Serie A.

El Milan, por su parte, fue sancionado con 30 puntos menos de los obtenidos en la temporada. No descendió, pero arrancó la temporada siguiente con 8 puntos menos. A pesar de los problemas, los Rossoneri llegarían a la final de la Champions League en la siguiente temporada donde vencerían al Liverpool y se coronarían como los Reyes de Europa.

La Fiorentina también obtuvo su castigo. 30 puntos, quedando por fuera de competiciones europeas. Además, pagó una multa de 100.000€ y arrancó la siguiente temporada con 15 puntos menos. Sin embargo, lograron evitar el descenso.

Las repercusiones de aquel escándalo afectarían a todo el fútbol italiano, que además de ver afectado su prestigio y reputación internacional, perdió también uno de los cuatro cupos que tenía para jugar la Champions League. El Calcio había quedado manchado ante los ojos del mundo.

Sin embargo, como dicen, todo se vuelve en esta vida. La Selección Italiana consiguió ganar ese mismo año el Mundial, derrotando en la final a Francia, comandada por Zinedine Zidane. Hoy en día, ya todo volvió a la normalidad, la Juventus dominando el Calcio, hace pocos días lograron su noveno título consecutivo, y el número 36 de su historia, aunque ellos dicen tener 38, desconociendo los dos Scudettos que perdieron en el escritorio. Este es un vivo ejemplo de que la corrupción no solo se da en Latinoamérica.

Columnas anteriores

Pronto llegará el día de mi suerte…

Antonio Rattín y el origen de las tarjetas en el fútbol

La ‘araña negra’ de la portería: crónicas de dolor y gloria

La patada de la muerte

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.