En esta gestión, el principal objetivo debe ser la clasificación a la próxima cita mundialista.

Así mismo, el primer punto de la agenda es definir cuál sería el timonel que maneje las riendas del onceno cafetero. Si nos basamos en los resultados y las estadísticas, José Pékerman debe ser la primera y única opción: lleva al mando absoluto durante 2.377 días, con un balance de dos clasificaciones a copas del mundo y un decoroso tercer lugar en la Copa América Centenario 2016.

Se especula mucho en los medios sobre la decisión del estratega gaucho sobre su continuidad, pero depende del poder de seducción de los directivos y las garantías ofrecidas para retener al seleccionador de 68 años de edad.  La razón más importante para respaldar la decisión de la continuidad de él es mantener el proceso que se ha llevado hasta el momento, con un grupo de jugadores con capacidades estupendas, el blindaje ante la prensa, el apoyo de los patrocinadores que ha sido generoso y más importante aún, el consenso nacional de los hinchas porque es un técnico que no divide las opiniones, error graso de anteriores procesos.

El país no está dispuesto a vivir los errores del pasado, donde era evidente la falta de visión de nuestros directivos, una selección manoseada por muchos y caja menor de otros tantos. Es hora de no desviarse del camino que nos ha brindado alegrías en los últimos años, haciéndonos olvidar por momento de los desafíos de cada uno de nosotros en la cotidianidad.

Ñapa: Si no se logra concretar lo de Pékerman para los próximos años, ¡no vayan muy lejos, ahí está Néstor Lorenzo!

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.