Algún día yo tuve el privilegio de intervenir en una polémica que se originó por una corrección que hizo el editor de un diario de Bucaramanga en un escrito de uno de los columnistas. Este había escrito ONG’s en referencia a Organizaciones No Gubernamentales. El editor eliminó el apóstrofo y la ese (s). ¡Y ahí fue Troya! El comentarista se «embejucó». En una nota enviada por correo electrónico, le reclamó por haberle «dañado» aquella palabra, pues alegaba que esa sigla debe llevar los añadidos que el periodista había quitado (apóstrofo y letra ese).

Luego, el «afectado» acudió a un profesor de español. Y este, muy orondo, contestó que la sigla ONG sí tiene plural; que, en consecuencia, el editor del periódico había cometido un «atentado» contra la «pulcra escritura» del comentarista. Argumentó que el «Manual del español urgente», al que calificó como «la biblia de los periodistas hispanohablantes», así lo mandaba. Entonces, el avezado comunicador, guardando la neutralidad que el caso ameritaba, apeló a mí para destrabar la discusión. Antes que nada, yo le manifesté que me parecía interesante esa discusión ─civilizada, naturalmente─ porque indicaba dos asuntos:

  1. Que la importancia de la correcta escritura en cualquier texto, por breve que este sea, está calando con inusitado interés. (Omití la tilde en el demostrativo ‘este’ porque la ortografía así lo indica).
  2. Que era una estupenda oportunidad para clarificar un aspecto puntual sobre la funcionalidad del español (en inicial minúscula; así es. Es en mayúscula cuando se refiere a materia académica: clases de Español).

Después, basándome en la sabiduría de los académicos de la lengua respondí que erróneamente se cree que las normas lingüísticas funcionan según el parecer de profesores de español, periodistas consagrados, historiadores, críticos consumados, literatos, entre otros no menos relevantes pensadores. Las lenguas se forman por el uso de vocablos entre los hablantes; en nuestro caso, entre los hispanohablantes. Ello no significa que toda expresión ha de ser aprobada. Las hay, en cantidades ilimitadas, que no son admitidas en el Diccionario de la RAE porque carecen de sustento etimológico, sintáctico, verbal o de otro género. Luego aquí no caben alegaciones porque sí, ni la formulación de conceptos personales (generalmente sesgados, según los deseos de ganar la discusión sobre cómo se escribe un término o una expresión). La que, finalmente, orienta y rige la funcionalidad del español es la Real Academia Española ─RAE─, a pesar de que muchos hispanohablantes la desconocen, o se apartan de sus dictados; o en peores casos, la tildan de arbitraria, y, por ende, pregonan que el español se habla y escribe «como se nos dé la gana». Yo conozco muchas protestas como esta.

En la polémica sobre si la sigla ONG admite plural es preciso señalar que el «Manual de español urgente», citado por el respetado profesor de español, acogido por la Fundación del Español Urgente (Fundeu), es resultado de una iniciativa de la Agencia EFE (empresa noticiosa española). Tal organización está en su derecho de adoptar su propio manual de redacción y estilo para sus periodistas vinculados, pero él no es «la biblia de los periodistas hispanohablantes», como erróneamente lo afirmó el educador. Si así fuese, significaría que todos los demás periódicos del mundo hispano tendrían que ceñirse, para efectos de adoptar su estilo en redacción, a ese único manual. No hay tal. Cada periódico, canal de televisión o radiodifusora, puede adoptar su particular manual de estilo y redacción. Lo básico en tales manuales es que no se atropelle el idioma. El estilo es otro asunto.

Al leer detenidamente en ese manual lo referente a la sigla ONG, apenas encontré su definición (Organización No Gubernamental), pero nada se indica respecto del supuesto plural con apóstrofo y la letra ese (s) añadidos, tal como arguye el educador.

Se equivocaría el citado manual ─por consiguiente, la Agencia EFE─ al pregonar que la sigla ONG tiene plural agregando esos elementos al final. (ONG’s). Porque el «Diccionario panhispánico de dudas», esa sí legítima producción de la RAE, señala sobre el asunto:

«Plural. Aunque en la lengua oral tienden a tomar marca de plural ([oenejés] = ‘organizaciones no gubernamentales’), son invariables en la escritura: las ONG; por ello, cuando se quiere aludir a varios referentes es recomendable introducir la sigla con determinantes que indiquen pluralidad: ‘Representantes de algunas/varias/numerosas ONG se reunieron en Madrid’. Debe evitarse el uso, copiado del inglés, del plural de las siglas añadiendo al final una ese (s) minúscula, precedida o no de apóstrofo: CD’s, ONGs».

¡Más claro no canta un gallo! Las siglas (como ONG) no tienen plural. La norma es de la máxima autoridad de nuestra lengua, no de una agencia de noticias. Esta, al contrario, debe ceñirse a las disposiciones de la RAE, legítima autoridad del español.

¡Hablar y escribir bien: el reto de hoy!

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