Perdón, Freddy Rincón y perdón a la mayoría de mis amigos más queridos: pero James Rodriguez sí es un crack y, para este servidor, es el mejor futbolista de la historia de Colombia. Pero el motivo de la presente no es para hablar de fútbol. Es para hablar de tecnología y particularmente de una plataforma que se está volviendo cada vez más poderosa.

Se trata de Twitch. Por definición es una plataforma de video por streaming. Pero que en la práctica es lo más parecido que tenemos a The Truman Show, aquella película de Jim Carrey. Para los que no están tan familiarizados, la plataforma se define como “donde millones de personas se reúnen en directo a diario para charlar, interactuar y crear juntos su propio entretenimiento”.

Metámosle algunas cifras al asunto, según datos de la propia plataforma, Twitch recibe 17,5 millones de visitantes por día y tiene una audiencia promedio de más de 1,5 millones de espectadores. Además, cada mes, más de 4 millones de creadores de contenido realizan directos en la plataforma. 

En las últimas semanas, James Rodriguez viene haciendo transmisiones en vivo desde Twitch en las que muestra sus habilidades para videojuegos e interactúa con los fanáticos que, cada tanto, le sueltan algunas preguntas. Lo interesante de esto es la forma en que las grandes figuras, en este caso un futbolista de talla mundial, busca tener contacto directo con sus seguidores.

Lo que nació como una plataforma enfocada en los jugadores en línea, poco a poco ha aumentado su alcance. No por nada, los equipos de fútbol más grandes de Europa ya tienen cuentas oficiales en este sitio. Además, ya se están cocinando algunos acuerdos, alianzas y contratos para transmitir eventos en vivo. Algo que, si se concreta, podría poner a pensar a los cocos del streaming y sobre todo a los canales de televisión.

Existen dos aristas interesantes de este tema. Por un lado, los creadores de contenidos cada vez están encontrando nuevos sitios (plataformas, interfaces) para conectarse con sus audiencias de una manera más directa. Esto es algo que impacta a los Facebook o Instagram -son hermanitos-. Por supuesto, Twitch no tiene la masa de usuarios que tienen los encopetados, pero sí tiene audiencia de nicho o especializada, que no es poco.

Ahora que Facebook y Google mostraron los dientes, sobre todo contra los medios -que al final son productores de contenidos- es necesario que todos los que vivimos de la economía de la atención comencemos a explorar nuevas opciones para llegar al celular de nuestros clientes, usuarios o lectores.

Ahora, el segundo punto. Twitch vive de todo lo que pase en vivo y en directo. Por ahora, se concentra en la interacción de grandes figuras como el Kun Agüero o James, pero más temprano que tarde comenzará a trasladar su operación a la transmisión de partidos de un deporte masivo y ahí sí puede arder Troya. 

Lo que se dice de Twitch es que es la nueva televisión. Puede ser. Todavía le faltan algunas barreras por superar, como la cantidad de usuarios o la falta de internet de alta capacidad en mercados menos jugosos. Pero, insisto, debemos ponerle cuidado a las plataformas que nos alejen de los todopoderosos de Facebook y Google.

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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.