Un reciente estudio sobre la distribución geográfica del COVID-19 en Nueva York mostró cómo los sectores más pobres de la ciudad tenían un mayor número de contagios, hospitalizaciones y muertes por la enfermedad.

Hasta el momento los alcaldes del mundo están recolectando cifras, pero todavía no se ha entendido que cada localidad vive escenarios diferentes frente a la pandemia.

Este panorama se explica por  varios factores:

Mayor densidad

Las localidades con menos ingresos tienen una densidad de población más alta, lo cual dificulta el cumplimiento del distanciamiento social aumentando el riesgo de contagio.

En los hogares con menos ingresos viven más personas, lo cual pone en riesgo a un mayor número de personas del núcleo familiar.

Cuando un miembro de la familia se contagia y no requiere de hospitalización, se debe cumplir un aislamiento estricto dentro del hogar y no tener contacto con las otras personas dentro de la casa. Las condiciones de las viviendas en zonas de menos recursos hacen que cumplir este aislamiento dentro de sus hogares sea más difícil.

Menos opciones de trabajo en casa

El teletrabajo ha sido una herramienta muy útil para manejar el aislamiento y mantener la productividad de muchas empresas. Pero los trabajos que se pueden hacer desde la casa generalmente son cargos de niveles medios y altos de las compañías. Los empleos de las personas con menores ingresos no se pueden adaptar al teletrabajo, son cargos operativos que requieren de su presencia.

Esto explica en gran parte cómo el panorama de las calles es diferente en cada zona de la ciudad. Hay sectores en los que es indispensable salir y desplazarse para poder trabajar y vivir, mientras otras zonas predominan personas que pueden hacer teletrabajo.

Más desplazamientos

Los estudios de movilidad que se han realizado en Bogotá muestran que el mayor desplazamiento de personas en la ciudad se da desde las localidades con menores ingresos. En estas zonas está el mayor número de trabajadores y necesitan diariamente usar el transporte público.  

Como ya es claro, el uso del transporte público y los desplazamientos largos son un factor de riesgo para el contagio por COVID-19, y es otro factor que influye en la concentración desigual en cada localidad

Sistema de salud

La disponibilidad de recursos de salud también es diferente según las localidades. Si bien Bogotá tiene una red hospitalaria bien distribuida, no todas las instituciones funcionan de igual manera.

En la mayoría de hospitales, los resultados de las pruebas se obtienen entre 8 a 10 días después de tomada la muestra. Son muy pocas instituciones que pueden tomar las muestras y procesarlas en la misma institución.

En el caso de Bogotá estas instituciones están en el norte de la ciudad donde hay más recursos. Esto permite tomar los exámenes más rápido y tener los resultados en tiempo récord.

Esta diferencia en la atención médica marca un factor en la eficiencia, diagnóstico, tratamiento y aislamiento de un paciente.

Estos estudios demográficos han ayudado a entender cómo el riesgo de contagio y muerte por coronavirus están relacionados no solo con factores médicos como la edad, la obesidad y enfermedades coexistentes, sino con la pobreza y la desigualdad de recursos.

Por esta razón, los indicadores muestran que cada ciudad en el mundo vive con la misma pandemia, pero con diferentes realidades en cada una de sus localidades.

Este escenario debe ser tenido en cuenta para diseñar e implementar estrategias diferentes para cada localidad, y lograr reducir el alto contagio en zonas de la ciudad que son más vulnerables.

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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.