Sobre el futuro tenemos algunas certezas. El clima estará hecho una porquería, la precariedad laboral será la nueva norma… y ya no van a escuchar a Michael Jackson. O, al menos, no de la misma manera.

El reciente estreno del documental de HBO Leaving Neverland revivió las acusaciones de abuso sexual infantil que se le imputan, enfocándose en dos casos a finales de la década de los 80. Aunque la primera denuncia surgió en 1993, y si bien tuvo algunas consecuencias, no fue suficiente para acabar con la carrera del cantante.

Le hicieron algunos chistes en televisión y Pepsi rompió el contrato que tenía con él, pero tan solo dos años después saldría al mercado su recopilación HIStory que, según recuerdo, estaba presente en todas las casas del mundo. De hecho en Saturday Night Live, cuando Norm McDonald hacía chistes sobre las dificultades del matrimonio de Jackson con Lisa Marie Presley porque, bueno, después de todo él era un homosexual pedófilo, parte de la audiencia lo reprobaba con silencio y otra, con abucheos.

Alejandro Hoyos Hernández

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Hoy, casi diez años después de su muerte, parece que la cosa va más en serio. Las marcas que aún lo tienen como símbolo o referente (Louis Vuitton, por ejemplo) abandonaron su nombre y, como no había ocurrido hasta entonces, las emisoras empezaron a vetar sus canciones. Parece una posibilidad cada vez más real que, en el futuro, la música de Michael Jackson corra la misma suerte que la comedia de Bill Cosby y termine desapareciendo poco a poco del paisaje cultural.

De hecho ese es tal vez el destino de las obras de artistas manchados de crimen y abuso: descolgaremos de una vez por todas las pinturas del asesino Caravaggio, dejaremos de escuchar la voz del mafioso Sinatra y olvidaremos las películas del (muy seguramente) pedófilo Woddy Allen.

El año pasado la comediante australiana Hannah Gadsby sacudió el mundo con su show de stand-up Nanette, en el que además de su rutina sobre la vida como miembro de la comunidad LGTBI, cuestiona toda la historia de la humanidad y su perspectiva única masculina, blanca y heterosexual. Ella, que es historiadora del arte, pone en duda, entre otros asuntos, la incondicionalidad que tenemos con un tipo como Picasso, que tiene una sólida reputación de abusador misógino.

Alejandro Hoyos

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Sí, sedujo a una menor de edad cuando tenía 45 años. Sí, traumatizó a casi todas las mujeres con las que estuvo… Pero, ““¿y el cubismo?”, se pregunta sarcásticamente Gadsby.

En el relato de ciencia ficción que me imagino, le muestro a mi hijo, acaso para mostrarle las bobadas que me daban miedo de niño, una de las piezas clave de nuestra cultura popular: el video de Thriller.

  • ¡Ah, quítalo! ¡Es el Ayuwoki!
  • Cuál Ayuwoki, ¡es Michael Jackson! Ayuwoki es un meme malo que inventaron con una máscara de él mal puesta. ¡Michael Jackson es uno de los artistas más grandes de todos los tiempos!
  • No, no, no. Es el Ayuwoki. Es el tipo de piel gris que se cree Peter Pan y toca a los niños.
  • (Silencio)
  • …Más bien ponte la novela de Diomedes, que la están volviendo dar.

Alejandro Hoyos

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Porque, claro, no hay que olvidar que el mundo de mañana será distópico y absurdo, pero nosotros seguiremos en Colombia.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.