El informe lo conoció el programa 4 Caminos de RCN, que este domingo revivió la angustiosa búsqueda de Brayan Andrés Montaña, de 17 años; Mauricio Castillo, de 16; y Juan Esteban Moreno de 14, que el pasado 22 de febrero completaron 2 años desaparecidos y no hay ningún rastro de ellos, aunque la camioneta en la que se movilizaban sí apareció días después [en 2017].

El presunto ajuste de cuentas por disputas entre pandillas por el negocio de las drogas en la parte alta de la localidad de Usaquén, norte de Bogotá, es una de las hipótesis que se barajan en el misterioso caso.

Brayan Montaña, Mauricio Castillo y Juan Esteban Moreno (de izquierda a derecha)

Artículo relacionado

Extraña desaparición de 3 menores de edad en el norte de Bogotá

El documento, firmado por el director de derechos humanos y derecho internacional humanitario de la Cancillería, señala que este fue elaborado “con base en información oficial de la Fiscalía”, y que el programa especial cita:

“Las personas que presuntamente iban a cometer la retención y el hurto del vehículo, ya tienen conocimiento que para ese día y hora en ese vehículo iban a transportar 10 kilos de base de cocaína y que serían distribuidos en diferentes puntos de los cerros del norte conocidos como ‘ollas’ o expendios de estupefacientes”.

No obstante, esa información plasmada por la Cancillería no fue confirmada en el programa por el ente acusador. Al contrario, la directora de fiscalías seccional Bogotá, Carmen Torres, explicó:

“Esto no está probado por la Fiscalía, son rumores. Efectivamente, sobre estas hipótesis es que trabajamos, pero para la Fiscalía no hay certeza sobre eso”.

Además, el extenso documento hace un breve relato sobre cómo presuntamente ocurrieron los hechos esa noche en la que los jóvenes se extraviaron.

“De acuerdo a la información obtenida por fuentes humanas y testigos, una vez en el sitio de destino, los miembros de ese clan criminal procedieron a bajar a los menores del vehículo, los golpearon, les hurtaron la caja con los estupefacientes, asimismo les hurtaron el vehículo en donde se transportaban y procedieron a desaparecerlos”, añade el medio.

Brayan Montaña, Mauricio Castillo y Juan Esteban Moreno (de izquierda a derecha)

Artículo relacionado

Habrían hallado carro en el que desaparecieron 3 menores en norte de Bogotá

Incluso, 4 Caminos asegura que Mauricio Castillo —dueño de la camioneta y quien la conducía esa noche— luego de ser secuestrado y al verse en peligro trató de defenderse y le dijo a los captores que él era familiar de ‘los Baracaldo’ y ‘los Jiménez’, unos presuntos microtraficantes de Santa Cecilia y Cerro Norte.

Por eso, la periodista le preguntó a Henry Castillo, papá del menor [Mauricio]: “¿Usted hace parte de una banda de microtráfico en Cerro Norte y en Santa Cecilia, que usted trabaja con unas disidencias de bandas que son ‘los Jiménez’ y ‘los Baracaldo’ que son primos de ustedes?”.

“No, una cosa es que sean familiares, pero ellos allá y yo acá”, dijo Henry en la entrevista reafirmando el parentesco con los supuestos delincuentes.

Los menores vivían en el centro de la capital, pero salieron hacia Usaquén para trabajar en un almacén cargando mercados. Mauricio y Juan Esteban llevaban casi dos meses laborando en el supermercado, mientras que Brayan solo había ido ese día a ganarse 15.000 pesos, según su padre, Germán Montaña.

Brayan Montaña, Mauricio Castillo y Juan Esteban Moreno (de izquierda a derecha)

Artículo relacionado

Amplio operativo en norte de Bogotá; habría pista sobre 3 menores desaparecidos

En agosto del 2017, el CTI hizo un operativo con el Ejército y antropólogos en el sector de El Codito en busca de una posible fosa común en la que estaban los jóvenes. Todo porque en mayo de ese año, los familiares de los menores recibieron una carta anónima en la que les indicaban donde estaban los cuerpos enterrados. La Fiscalía ha hecho 11 excavaciones en ese sitio y no hay resultados, recordó el especial.

Finalmente, estas tres familias continúan en la incertidumbre y la agonía por no saber nada del paradero de sus seres queridos. No saben si están vivos o muertos.