Luis Guillermo Rubio, secretario de Gobierno de la ciudad, explicó a Noticias Caracol que las vallas se mantendrán durante Semana Santa, época en la que “vienen personas de todos los municipios del departamento [y] de otras regiones a vender cualquier tipo de artilugios. También [hay] ventas de comidas sin ningún tipo de certificación de manipulación de alimentos”.

Las vallas instaladas, que cubren 1 kilómetro de longitud, también buscan separar a los vendedores ambulantes de los carnetizados, pues estos últimos son los únicos que pueden ingresar a las playas, informó el noticiero.

La decisión de la Alcaldía no ha sido bien recibida por los comerciantes informales, quienes manifiestan que la medida privatiza una zona de acceso público.

El artículo continúa abajo

Entre tanto, la opinión de los turistas está divida: algunos creen que permite organizar mejor la ciudad y otros consideran que es incómodo porque deben caminar bastante para buscar zonas de acceso a la playa.

Vale la pena mencionar que el diario El Informador también criticó las barreras debido al predominante logotipo de “una reconocida marca de cerveza” que hacen lucir a las vallas “más como un convenio publicitario”.