La revista Semana analiza las ultimas jugadas estratégicas del jefe del Centro Democrático para sumar apoyos que le sirvan al presidente Duque para recomponer el camino.

Ahora se ve al expresidente conciliador y cercano a las principales fuerzas políticas de Senado y Cámara con la intención de cambiar una realidad política que ha estado cerrada a las iniciativas de Duque partiendo, incluso, desde el Centro Democrático, el partido de gobierno.

Se trata de un “timonazo necesario” –dice el semanario– dado el descenso de la imagen del nuevo gobierno y el crecimiento del pesimismo en la opinión pública luego del desgaste recibido durante el debate de la extensión del IVA a toda la canasta familiar.

Su temperamento conciliador (el de Uribe) está alineado con una estrategia para generar una atmósfera más tranquila y productiva”, señala la revista luego de describir las tareas que cumple el senador que se resumen en apoyo al presidente, unidad de partido de gobierno y coalición interpartidista.

Tres actividades de trabajo político que, sin embargo, tienen una dificultad, según Semana.

“La percepción de que ejerce una influencia paternal –o, peor aún, excesiva– sobre el presidente Duque puede debilitar su figura como jefe de Estado”, añade esa publicación que pese a la situación afirma que “las diferencias entre el presidente y el Centro Democrático están muy lejos de repetir  la historia del gobierno anterior”.

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En las últimas semanas, Álvaro Uribe se ha reunido con César Gaviria, Germán Vargas Lleras y antiguos contradictores como el partido de ‘la U’, agregó Semana.