Ese fue el anunció que hizo Supertransporte, en un comunicado, luego de que una testigo y la esposa de Joe Seal, que murió en la sala de llegadas internacionales del aeropuerto de Bogotá, le dijeran a Pulzo que él no recibió atención médica oportuna cuando se sintió mal.
La entidad aseguró que le pidió un “informe completo y detallado a la interventoría del Contrato de Concesión” así como a Opain S.A., empresa que administra el aeropuerto, para “determinar si la forma como fue atendida la emergencia correspondió a los protocolos establecidos para el manejo de este tipo de situaciones”.
Y es que según contaron a este medio Gina Seal, esposa del fallecido, y la testigo Melissa de la Oz, el estadounidense, de 54 años, llegó fatigado a recoger su maleta, y nadie lo auxilió. Se sentó en una silla, se desmayó y después de casi 20 minutos fue que recibió ayuda .
Incluso Opain, en un comunicado, reconoció que fue otro viajero el primero en auxiliar al estadounidense, aunque dice que posteriormente, el prestador de servicios médicos aeroportuarios, Clínica Colsanitas, se enteró de la situación y “atendió la situación en los tiempos establecidos”.
No obstante, Seal y De la Oz concordaron, en su narración a Pulzo, que en la emergencia no hubo ningún paramédico que atendieran al estadounidense.
Videos difundidos en redes sociales también evidencia el desespero de varias personas que se encontraban afuera de la sala de llegadas, y que con gritos y golpes en los vidrios exigían atención para el afectado.
El extranjero, dijeron las mujeres a este medio, fue trasladado a la Clínica Occidente de Bogotá, a donde llegó sin signos vitales.
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