Bastaron poco más de dos meses para que Rodolfo Hernández radicara su renuncia al Congreso de la República. El exalcalde de Bucaramanga, segundo en las últimas elecciones presidenciales, había aceptado su curul como beneficio del Estatuto de Oposición.
Sin embargo, semanas atrás, el ingeniero santandereano había dejado claro que no se sentía a gusto en el órgano bicameral, e incluso, mientras legislaba, su nombre sonó con fuerza para la Gobernación de Santander.
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Rodolfo Hernández: por qué presentó renuncia como senador
“Me retiro para ver si es posible que Santander me acepte como su candidato a la Alcaldía, a una de las alcaldías del departamento o a la Gobernación. Para no inhabilitarme, pues me toca renunciar. Ahí sí puedo prestar un gran servicio”, dijo Hernández el pasado 21 de septiembre, cuando anunció públicamente que, tarde o temprano, renunciaría al cargo.
Desde entonces, las críticas contra el ingeniero no han cesado, especialmente de quienes votaron por él en segunda vuelta y aquellos que aspiraban verlo liderando la oposición contra Gustavo Petro. Sin embargo, analistas coinciden en que el objetivo de Hernández nunca fue ser detractor del Gobierno, o al menos no de manera contundente.
La carta de renuncia deberá ser aprobada en la plenaria del Senado que sesionará este martes 11 de octubre.
La curul de Hernández no podrá ser ocupada por otra persona, ya que la obtuvo como parte del Estatuto de Oposición y no por el aval de un partido político. Así el panorama, el Senado se quedará sin dos cupos, teniendo en cuenta que Mario Castaño, elegido por el Partido Liberal, fue apartado luego de formar parte de una red de corrupción.
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