El Tribunal Superior de Bogotá decidió que esos chats son claves para determinar lo que sucedió el día del secuestro, la violación y el asesinato de la menor el 4 de diciembre de 2016, en el norte de Bogotá. Sin embargo, habían sido eliminadas por los hermanos Uribe Noguera mientras el responsable del feminicidio estaba internado en una clínica intentando evadir a las autoridades, informaron El Tiempo y Caracol Radio.

El diario explica que los celulares fueron enviados a Estados Unidos, “en donde agencias especializadas recuperaron la información y la entregaron en cadena de custodia a la Fiscalía”.

Esa información se expuso en el juicio en su momento, pero un juez las negó porque consideró que afectaba el derecho de defensa de los Uribe Noguera y porque no se utilizó adecuadamente en el proceso, agrega la emisora.

El artículo continúa abajo

La Fiscalía apeló la decisión y el Tribunal decidió a favor del ente acusador, por lo que estas pruebas reviven en el proceso y sí podrán ser usadas en el juicio contra los hermanos acusados de ser cómplices por encubrimiento, por ocultar información del asesinato y por intentar destruir o alterar material probatorio.

Para el alto tribunal, la defensa de los hermanos conoció esa información a tiempo y por eso avaló la inclusión de estas y otras pruebas, como los testimonios de los agentes que recuperaron las pruebas, para determinar la responsabilidad de Catalina y Francisco en los hechos.

Según el diario, esas llamadas y mensajes demuestran que fueron informados del feminicidio y empezaron la búsqueda de su hermano, para internarlo en la clínica aduciendo una sobredosis de drogas para alegar inconciencia de sus hechos; y la destrucción de las pruebas que los vinculaban con la menor, en el apartamento en el que fue asesinada.

Los magistrados del Tribunal también dieron su aval a unas fotografías de la camioneta y de elementos probatorios y evidencia física hallados en el vehículo que la secuestro y que tampoco habían sido tenidos en cuenta en primera instancia.