De acuerdo con la Procuraduría, la investigación contra Gustavo Bolívar se inició por informaciones de prensa, según las cuales el también libretista apoyó la colecta a través de la Fundación Manos Limpias, “para comprar elementos de protección (cascos, guantes, gafa y escudos), para los manifestantes conocidos como primera línea”.

El ente de control también actuó con base en la queja disciplinaria que interpuso en su momento la exdiputada Juanita Cataño, quejándose del apoyo que Bolívar dio a la autodenominada ‘primera línea’, a la que las autoridades atribuyen la mayor parte de los disturbios durante las manifestaciones en el marco del paro nacional.

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Lo que queda es que la Procuraduría establezca si con el apoyo financiero a la ‘Primera línea’ Bolívar habría incurrido efectivamente en fallas disciplinarias.

También debe precisar la Procuraduría si los elementos que ayudo a financiar Bolívar para la ‘primera línea’ se emplearon efectivamente en la protección personal de los integrantes de las protestas que hacían parte de esa denominación, o si con esos recursos recolectados hubo financiación de actos ilícitos contra los bienes del Estado y la población.