No hay explicaciones de cómo quedó el hombre en una situación tan difícil, pero lo cierto es que su pie izquierdo terminó agarrado, adentro del articulado, mientras él forcejea para sacarlo de la imprevista trampa en que cayó.

Un supuesto compinche suyo, al que los pasajeros también acusan de estar robando dentro del vehículo, logró escapar y lo dejó abandonado a su suerte y luchando por escapar.

Pero no lo logró porque los pasajeros del bus impidieron con sus pies que las puertas se abrieran, lo que incrementó su desesperación. Incluso, intentó agredirlos con un puñal que después utilizó para rasgar sus pantalones creyendo que así conseguiría zafarse del cepo que le puso su mala suerte.

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En vista de que ni con los pantalones rasgados logró liberarse, empezó una serie de contorsiones para bajárselos, aunque con su pie férreamente aprisionado.

Todo, en medio de dos buses: el supuesto ladrón en uno y quien lo graba en el otro. En ese reducido espacio, el hombre pataleó bufando y apretando los dientes, pero sin alcanzar la ansiada fuga.

Después de unos minutos, llegó la Policía y lo capturó, de acuerdo con el video difundido en la cuenta ‘Confesiones Transmilenio’.