Este viernes 3 de marzo, el presidente Gustavo Petro confirmó la liberación de los policías y funcionarios de la empresa petrolera Esmerald Energy, quienes habían sido secuestrados por comunidades campesinas en Los Pozos, San Vicente del Caguán, Caquetá.

(Vea también: Mininterior no reconoció secuestro de casi 80 policías: habló de “limitación a la libertad”)

Desde el pasado 2 de marzo comenzaron los enfrentamientos entre la fuerza pública y los habitantes de esta región, en su mayoría campesinos, los cuales dejaron el saldo de dos personas muertas, una de ellas, un policía, quien fue identificado como Arley Monroy Prieto. 

Al respecto, Juan Ávila, uno de los policias que estuvo secuestrado y que recuperó su libertad habló con Noticias RCN y contó los detalles de lo que todo ese proceso. 

“Fueron momentos tensos, de esperanza tal vez y de oraciones. No teníamos comunicación de ningún tipo, nos han despojado de todas las cosas, solo hablábamos entre nosotros mismos”, comentó el uniformado.

Además, dio detalles de lo que pasó con su compañero que murió presuntamente a manos de los campesinos que secuestraron a policías y civiles. Ávila le prestó los primeros auxilios, pero no pudo salvarle la vida. 

Estábamos ahí con un enfermero capacitado para este tipo de situaciones, le estábamos protegiendo la vida, pero no fue posible porque la magnitud de la confrontación de estas personas no nos lo permitió. Ellos llegaron con machetes, con gasolina, bombas incendiarias, escuchábamos también detonaciones alrededor nuestro y la fuerza con la que ellos arremetían contra nosotros. Ya lo habían lesionado gravemente y no lo pudimos estabilizar”, expresó.

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Finalmente, el policía contó secretos de cuáles fueron las sensaciones de él y sus compañeros cuando se enteraron de que iban a ser liberados: “Fue una noticia muy alentadora porque hasta cierto punto no sabíamos que iban a hacer con nosotros, no sabíamos para dónde nos llevaban. Se escuchaba de todo, intensiones de afectar la vida de todos los que estábamos allí, pero también había personas que eran consientes y defendían nuestra condición de seres humanos, abogaban por nosotros y en primera mano nos prestaron algún tipo de ayuda con alimentos y medicinas”.