La Policía Metropolitana emitió la misiva luego de que se conociera una reveladora “constancia”, que dejó el patrullero Rosero en el libro de anotaciones de novedades (minuta) del CAI Tres Reyes, en Ciudad Bolívar, donde endilgaba algunas responsabilidades a la institución y a dos superiores.

En la nota —que escribió el uniformado horas antes de propinarse un disparo con el arma de dotación a 10 metros de la estación policial— aseguraba que tenía restricciones para el porte de armas, debido a sus “problemas psiquiátricos” y sus distintos “intentos de suicidio”.

Patrullero Fernando Rosero Rojas, muerto

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Por lo anterior, la autoridad en el comunicado, citado por RCN Radio, explico:

“Personal médico especialista en salud mental de la Dirección de Sanidad de la Policía Nacional refiere que en su última valoración médica, realizada el pasado 10 de octubre, el uniformado no presentaba sintomatología, ni alteración en su estado mental que justificaran la expedición de incapacidad alguna”.

De la anterior declaración se puede inferir que esa no fue la única valoración siquiátrica a la que asistió el patrullero Rosero.

Por eso, surgen varias preguntas: ¿cuáles fueron los resultados de exámenes y apreciaciones médicas de las valoraciones anteriores? Si el uniformado ya tenía otras valoraciones con especialistas en salud mental, ¿por qué no prevenir cualquier riesgo y enviarlo a otra dependencia administrativa que no requiriera el uso de armas? ¿Cuál fue el proceso de selección de Rosero para ingresar a la institución? ¿Se conocían sus presuntas intenciones suicidas?

Fernando Rosero Rojas

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Pese a todas las inquietudes, la autoridad solo se restringe a entregar esas breves declaraciones y no da mayores detalles sobre la situación médica del patrullero.

Entre tanto, indicó que la investigación está en manos del CTI de la Fiscalía y, según el periódico Extra, aseguró:

“Reiteramos el compromiso institucional de aportar los elementos requeridos dentro de las indagaciones que adelanta el ente investigador. De igual manera, el comando de la Policía Metropolitana abrió un proceso disciplinario de carácter interno para esclarecer los hechos”.