Por: LA PATRIA

Noticias de Manizales y Caldas: todo en actualidad, investigación, deportes, vías y noticias de la región en La Patria.

Este artículo fue curado por pulzo   Sep 24, 2025 - 5:32 pm
Visitar sitio

En Armenia, capital del departamento de Quindío, la restricción vehicular denominada “pico y placa” seguirá vigente en 2025 y busca administrar la circulación de vehículos particulares en momentos clave para optimizar el flujo urbano. De acuerdo con la normativa local, el jueves 25 de septiembre de 2025 le corresponderá cumplir la medida a los automóviles cuyas placas terminen en 1 y 2, los cuales no podrán transitar en zonas específicas del centro de la ciudad en diferentes franjas horarias. Las restricciones se concentran en el sector delimitado entre la calle 11 y la calle 25, desde la carrera 13 hasta la 22, en un horario extendido de 7:00 a.m. a 7:00 p.m. Otra área, comprendida entre calles 2 y 26 y carreras 11 y 23, estará sujeta a horarios particulares durante la mañana, el mediodía y la tarde. El calendario semanal del pico y placa distribuye días específicos para cada par de dígitos, posicionando los jueves como el espacio asignado para los vehículos cuyo número final en placa sea 1 o 2, de acuerdo con la información de fuentes oficiales de la ciudad [Origen original].

Motivada por el propósito de disminuir tanto la congestión como la contaminación ambiental, esta estrategia es una respuesta a la creciente cantidad de automotores particulares en las principales urbes del país. El Ministerio de Transporte y la Secretaría de Ambiente de Colombia han consignado, en diferentes estudios, que la aplicación rigurosa del pico y placa puede conducir a una disminución de entre un 10% y un 20% del tráfico vehicular durante las horas críticas. No obstante, estos efectos dependen de su fiscalización y, sobre todo, de políticas paralelas orientadas a fortalecer el transporte público, según el Instituto Nacional de Vías y el Ministerio de Ambiente.

Un análisis comparativo muestra que, a diferencia de ciudades como Bogotá y Medellín, Armenia adopta una aplicación más segmentada de la medida, ajustándola a su tamaño, densidad y características urbanas. En Bogotá, por ejemplo, se han flexibilizado temporalmente las restricciones durante periodos en que la calidad del aire mejora, en tanto que urbes intermedias, como Armenia, optan por una regulación estable que garantice mayor previsibilidad en el tránsito, tal como reseña la Secretaría de Movilidad de Bogotá.

La historia de esta regulación en Colombia se remonta a los años noventa, cuando surgió como una solución de emergencia ante crisis severas de movilidad. Con el tiempo, el periódico El Espectador ha documentado el debate acerca de su eficacia, enfatizando que su verdadero impacto depende de políticas asociadas, como la promoción del transporte alternativo y sostenible.

Lee También

Especialistas en ingeniería de tránsito de la Universidad Nacional de Colombia advierten que, a largo plazo, el pico y placa solo logrará un efecto significativo si se acompaña de incentivos para desalentar la compra indiscriminada de vehículos y evitar que la población opte masivamente por taxis u otros medios motorizados en días no restringidos. En caso contrario, los beneficios pueden diluirse y ser contraproducentes, incrementando la contaminación y los problemas de movilidad. Por ello, las autoridades deben apostar por la educación vial y la inversión en infraestructura para peatones y ciclistas, tal como recomendó la Universidad Nacional en 2024.

La aceptación social de la medida queda atada a la participación ciudadana y a una comunicación informativa constante y transparente. Medios regionales como LA PATRIA han ocupado un papel relevante, facilitando canales de información y servicio a los habitantes para asegurar el cumplimiento y la comprensión de las restricciones, promoviendo un ambiente de diálogo abierto sobre movilidad y bienestar colectivo.

En suma, el pico y placa de Armenia es una respuesta administrativa diseñada para atender los desafíos urbanos inmediatos, pero su eficacia y aceptación dependen de la capacidad de las autoridades y la sociedad para complementarla con un enfoque integral y sostenible.

¿Qué diferencias existen entre el “pico y placa” de Armenia y el de otras ciudades principales?

Esta pregunta adquiere importancia porque la medida, aunque común en ciudades colombianas, varía según el contexto y las problemáticas locales. Bogotá, como la urbe más grande del país, ha experimentado periodos flexibles, especialmente cuando se mejora la calidad del aire, mientras que ciudades intermedias como Armenia optan por esquemas rígidos y delimitados, ajustados a sus necesidades.

En Armenia, el diseño segmentado de la restricción responde al menor tamaño y densidad poblacional. En contraste, Medellín y otras metrópolis implementan un marco regulatorio más generalizado, aunque también adaptado a zonas críticas. Entender estas diferencias ayuda a identificar cuáles estrategias tienen mayor impacto según las características urbanas y el comportamiento de los ciudadanos.

¿Qué se entiende por movilidad no motorizada en el contexto del pico y placa?

La referencia a la movilidad no motorizada se encuentra en recomendaciones de la Universidad Nacional y de medios como El Espectador, que sugieren fortalecer el desplazamiento en bicicleta, a pie o en otros medios que no utilizan combustibles para realmente reducir la congestión y la polución. Su inclusión en la conversación sobre pico y placa apunta a diversificar las opciones de transporte.

El desarrollo de infraestructura peatonal y ciclovías, junto a una cultura ciudadana que favorezca estos modos de traslado, puede complementar al pico y placa, generando efectos ambientales y sociales positivos a largo plazo. Por ello, reforzar la movilidad no motorizada es visto como un pilar para un futuro urbano más sostenible en Armenia y otras ciudades similares.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

* Pulzo.com se escribe con Z

Lee todas las noticias de nación hoy aquí.