La familia la reconoció por un tatuaje en la espalda. Se investigan las circunstancias de su fallecimiento.

Diez días desaparecida 

Diez días fue el tiempo que duró la búsqueda de María Camila Sáenz Murillo. Su familia la había reportado como desaparecida desde el pasado domingo 15 de enero, en Flandes (Tolima) cuando salió de su casa vestida con bermuda color beige, un buso blanco y debajo uno rojo.

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Sin embargo, la noticia sobre el hallazgo de María Camila no fue buena para sus seres queridos, pues la tarde del miércoles 25 de enero, varios pescadores de Honda la encontraron sin vida en el río Magdalena, a su paso por el sector conocido como ‘Los Chorros’. Según el relato de las personas que hallaron a la mujer de 28 años de edad, su cuerpo ya estaba en alto grado de descomposición.

Reconocieron el cuerpo

La tarde del miércoles, los pescadores lograron rescatar el cuerpo semidesnudo de María Camila con ayuda de varios miembros del Cuerpo de Bomberos de Honda. Al momento del hallazgo, la mujer estaba irreconocible pues, al parecer, ya llevaba varios días en el agua.

Las huellas de un bebé tatuadas en la parte alta de su espalda, junto a un nombre y una fecha, fueron claves para que la familia lograra identificarla y coordinara con los Bomberos el viaje hasta la ‘Ciudad de los Puentes’, donde están gestionando el traslado del cuerpo hasta Girardot. Sobre María Camila se supo que era oriunda del barrio La Esmeralda, de Girardot, tenía un hijo de 12 años de edad y en la actualidad residía en Flandes.