En entrevista con El Tiempo dijo (transcrito textualmente): “Se dice que es por falta de espacio, y eso es carreta. La razón es que el trazado pasa por el corazón del sector en el que vive buena parte de los colombianos más ricos y poderosos; yo lo que quiero es que la gente, independientemente de sus ingresos, pueda usar ese sistema porque le garantiza llegar cómoda y rápidamente a su destino. Insisto, es un tema de equidad”.

Peñalosa defendió la iniciativa por razones técnicas, por economía de tiempo en los desplazamientos del transporte púbico e incluso los carros particulares.

La entrevista se hizo a propósito de que Peñalosa llega a la mitad de su mandato, como el más impopular de los alcaldes y con una amenaza de revocatoria.

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Pero Peñalosa cree que, a diferencia de lo que le ocurrió en su anterior administración, cuando terminó con una alta popularidad, en esta oportunidad será más difícil porque él iniciará las obras, pero serán sus sucesores los que las inaugurarán. Sin embargo, dice que no lo trasnocha su impopularidad, y que seguirá trabajando en su visión de ciudad, más igualitaria e incluyente.

Dentro de las obras, ejecutadas o que vienen, que le cambiarán la cara a Bogotá, mencionó:

–         Mejoras en atención en hospitales
–         Retoma del Bronx
–         Baja en la tasa de homicidios
–         Entrega de 48 canchas con pasto sintético
–         Entrega de iluminación en 600 parques
–         Huecos tapados
–         450 mil viviendas en el norte y el Lago de Torca
–         Elevación del presupuesto de seguridad

La otra obra polémica a la que se refirió en extenso Peñalosa fue la de la reserva Van der Hammen: “Proponemos una revolución: 1.700 hectáreas, de las que más de 500 hacen parte de la actual ‘reserva’: un área verde que equivale a seis veces la del Central Park de Nueva York o 17 veces el parque Simón Bolívar. Más de la mitad sería bosque restituido y el resto sería parque muy arborizado para el disfrute de la ciudadanía”, dijo a El Tiempo.