¿Qué pasó con el nuevo espacio del tradicional Parque de Belén de Ibagué? ¿Por qué los chorros de agua, que se suponía se convertirían en una atracción para niños y adultos no funciona? Eso se pregunta Fabián Moreno, un ibaguereño que trabaja por el sector y es padre de dos niños.

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“Las fuentes de agua funcionaron muy poco, unos tres meses. El domingo fui con mis hijos al parque y me llamó mucho la atención que la Administración municipal no pudo o no tuvo la voluntad de mantener el espacio, que se parecía a los muchos que hay en Antioquia”, dijo.

Y agregó: “Lo que uno no entiende, es para que hacen algo que no va a funcionar. El dinero invertido se perdió y el parque hoy por hoy no tiene ninguna atracción, solo los juegos de niños. Las personas van porque es un espacio amplio, fresco y tradicional”, cuestionó.

Hoy, los niños solo pueden disfrutar de los tradicionales juegos infantiles, Si pagan, de atracciones inflables.

Q’Hubo trató de comunicarse con el gerente de Ibagué Limpia, Carlos Fernando Uribe, para conocer por qué la atracción no volvió a funcionar, pero no fue posible la comunicación.

Es de recordar que la remodelación del parque la lideró la anterior gerente de la entidad, Angela María de la Pava, durante el periodo 2016 – 2019, durante la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo.

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La remodelación 

El lugar en donde construyeron el parque acuático anteriormente era una fuente con un espejo de agua permanente. En el año 2020, el entonces director Operativo de Ibagué Limpia, Julio Niño, explicó que dicha fuente presentaban muchos problemas en el motor de succión porque se tapaba por el tema de basura.

En una ocasión robaron los motores por tanto el agua se estancaba convirtiéndose en foco de suciedad. Para poner en funcionamiento el parque húmedo (acuático), suspendieron ese espejo de agua y construyeron un pozo subterráneo de 2.50 por 2.50, donde se trataba el agua. “El agua se recicla, llega al tanque, se trata y vuelve y circula. Así evitamos que personas vengan y nos ensucien el agua o que se dañe por el tema de las basuras”, explicó en ese momento Niño.

 

La remodelación del espacio incluyó enchapes nuevos, el espacio fue pintado de colores vivos, instalación de un motor de 10 caballos de fuerza y reflectores de última tecnología para que la iluminación fuera “constante”.

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A pagar por diversión

Ante la ausencia de atracciones gratuitas en el Parque de Belén, muy concurrido los fines de semana, a algunos padres no les queda otra opción sino pagarle a particulares para que los niños usen los saltarines o los inflables. “Uno hace el esfuerzo porque los niños se antojan y son intensos, pero por ejemplo jugar en el inflable cuesta 15 mil pesos solo por quince minutos”, aseguró María Clavijo.