El papamóvil, su equipo de seguridad y las motos de la Policía iban muy rápido.

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De un momento a otro, un hombre salió del público, se atravesó en el recorrido, se arrodilló y con sus manos hizo una señal de súplica.

El papamóvil trató de frenar, pero era imposible que se detuviera debido a la velocidad a la que iba.

El hombre, entonces, tuvo que lanzarse hacia un lado para que el vehículo siguiera su camino.

El papa volteó a ver al hombre imprudente.

No fue el único incidente registrado en Villavicencio que por poco termina en algo peor.

Otro hombre se lanzó hacia el carro cerrado que transporta al papa para los recorridos que necesitan más velocidad.