En una de las grabaciones se aseguraba que en la pasada campaña presidencial hubo compra de votos a favor de Iván Duque y parte se habría pagado con plata que le “robaron” al exvicepresidente y entonces candidato Germán Vargas Lleras.
Por eso, aparte de mencionar lo del “conejo”, Samper escribió en Semana, con su tradicional sarcasmo, que ‘sentía’ que Vargas fuera “la principal víctima de toda esta historia”, porque fue “el hombre que cultivó con esfuerzo una sólida relación con los caciques políticos de la costa, a punta de arrojo, tenacidad y cálculo”.
“Se tapó las narices para asistir a reuniones con todo tipo de líderes regionales, algunos de ellos incluso limpios; asistió a eternas e infernales parrandas vallenatas; sudó bajo el sol; negoció bajo la sombra; sembró, en fin, a punta de miedo o cariño, y en muchos casos de los dos, los cimientos de su candidatura presidencial sobre la base de la clase política costeña como casi nadie lo había hecho. Todo lo anterior presuntamente”, agregó Samper, irónicamente, y preguntó: “¿En Colombia ya se tumban hasta los votos comprados?”.
Esto coincide, en parte, con lo expresado por María Jimena Duzán en su columna en la misma revista, donde, contrario a Samper, si se animó a mencionar la clase política que habría traicionado al exvicepresidente.
“Esta es la historia de una traición entre corruptos. Aunque el nombre de los Char no aparece en los audios sí es evidente la cercanía que había entre ‘el Ñeñe’ y Álex Char. Prueba de ello son las fotos que circulan por las redes en las que se ve a Álex Char, al ‘Ñeñe’ y al ‘Oso Yogui’ en el avión de la Olímpica. ‘El Oso Yogui’, cuyo verdadero nombre es Héctor Amaris, es el brazo derecho de Álex Char y fue vinculado a una investigación que hay en la Fiscalía contra el exalcalde de Barranquilla por haber recibido una presunta coima en el negocio de la construcción del tanque de agua de esa ciudad”, aseguró Duzán.
La periodista, además, lanzó algunos interrogantes como, por ejemplo, si Néstor Humberto Martínez sabía de esto, pues él era el Fiscal General. “Y si esa era la información que él tenía en mente cuando anunció que haría una revelación sobre un gran escándalo de corrupción, pero que solo lo iba a denunciar luego de la segunda vuelta” y que finalmente no contó, preguntó.
La revelación de los controvertidos audios, donde también hay unos íntimos del ‘Ñeñe’ Hernández, además inspiraron a Vicky Dávila, que en su columna señaló: “Colombia no puede seguir viviendo en una mentira”.
Y es que Dávila no solo cuestionó el caso Duque (que ya dio una versión al respecto), sino que recordó lo sucedido en la reelección de Juan Manuel Santos, y los presuntos dineros de Odebrecht que ingresaron a su campaña, y en la elección de Ernesto Samper, con el denominado proceso 8000.
“Es necesario saber en qué condiciones llegan los presidentes al poder. […] Necesitamos que la Fiscalía, el Consejo Nacional Electoral, la Comisión de Acusación y la Corte Suprema investiguen y lleguen hasta las últimas consecuencias. Dicho esto, no podemos condenar a Duque. Simplemente que investiguen. Pero quedan muchas dudas por resolver que golpean de frente al Gobierno”, dijo.
Daniel Samper también asoció el caso Duque con el de Santos, en un juego de palabras y aprovechando que en el del presidente una de las piezas claves habría sido ‘el Ñeñe’, mientras que en el del exmandatario hay excongresistas como ‘el Ñoño’ Elías, detenido por los sobornos de Odebrecht.
“No sé si el ‘Ñeñe’ de Duque es el equivalente al ‘Ñoño’ de Santos; tampoco sé si es viable un país en el que los protagonistas de los escándalos electorales, sean del bando político que sean, parecen bautizados por niños de tres años”, puntualizó el periodista.
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