De acuerdo con el informe, los clientes de esta red de prostitución, principalmente turistas, pagaban hasta medio millón de pesos por 4 horas con una pequeña indígena sin “experiencia sexual”, señaló la publicación.
“Usted sabe que una niña que sea virgen obviamente no va a tener el cuerpazo. Ella es normalita. No tiene más de 14 años”, decía una de las llamadas interceptadas por la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional, a las que tuvo acceso este mismo medio.
Semana, adicionalmente, aseguró que los delincuentes engañaban a las menores diciéndoles que las iban a contratar como modelos. Además, les pedían que reclutaran a otras indígenas a cambio de una comisión económica.
Esta organización criminal estaba dirigida por Jhonatan Julian Jacanamejoy Juagibioi, alias ‘Tato’, quien tenía acceso a las bases de datos del Instituto Nacional de Bienestar Familiar (ICBF), agregó la revista.
Debido a esto, la mayoría de las menores de edad que ingresaban a esta red prostitución eran jóvenes que habían recibido algún tipo de atención por parte del ICBF y “contaban con un perfil vulnerable”.
“El proxeneta tenía un café internet en Mocoa y desde allí operaba todo. Creó falsas cuentas para que las niñas pensaran que había más integrantes en la organización. Asimismo, las convencía de que se quedaran, manipulándolas con la situación económica que atravesaban en sus casas”, puntualizó la publicación.
Alias ‘Tato’, que también reclutaba a jóvenes venezolanas recién llegadas al país, fue detenido en noviembre de 2019 y afrontará su primera audiencia ante la justicia el próximo 26 de agosto, concluyó Semana.
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