Este adulto mayor tiene 70 años, no tiene hijos, y solo vive de la ayuda de sus hermanos y de los pesos que puede conseguir con la venta de dulces. Se cansó de pedir oportunidades para trabajar con uno de los quioscos que administra el IPES en la capital.
Asegura que en las últimas horas le preguntó a la directora de esa entidad por qué no lo han recibido para beneficiarse de los programas del Distrito para trabajar y la respuesta que le han dado durante años es que no cumple con los requisitos.
“Llevo 10 años solicitando trabajo en el IPES, un lugar donde yo pueda estar fijo, pero entonces me contestaron que yo no cumplía el perfil para poder trabajar con el IPES”, afirmó don Néstor Novoa, a Blu Radio.
Esta entidad es la encargada de varios programas dirigidos a la población menos favorecida de Bogotá y realiza un proceso de intermediación laboral a través del cual identifica ofertas de trabajo vigentes. Son centenares de empleos los que tiene el IPES.
Sin embargo, a don Néstor no le han querido dar una oportunidad de trabajo y por eso tiene que salir a las calles a vender dulces, como lo hizo ayer cuando fue sometido a maltrato de parte de la Policía.
Los quioscos que se ven en las calles de Bogotá con venta de diferentes productos son administrados por el IPES, pero a don Néstor nada que lo benefician.
Pese a esto, la alcaldesa de Bogotá se pronunció en las últimas horas sobre el maltrato al que fue sometido don Néstor y se comprometió a vincularlo a uno de los programas del Instituto y también lo beneficiarán con un subsidio de Bogotá Solidaria en Casa.
LO ÚLTIMO
.svg)
