Fueron seis días los que Iván Darío Eusse Sierra, de 68 años, intentó luchar por su vida en una cama del hospital San Vicente Fundación, de Medellín, donde llegó al pabellón de quemados por cuenta del incendio que se produjo dentro de su casa, en el barrio San Isidro, nororiente de la ciudad.

La tragedia de esta familia comenzó la noche del 7 de febrero cuando un aparente corto circuito hizo arder en llamas la propiedad ubicada en la carrera 50A con la calle 91, en la comuna 4 (Aranjuez).

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Según Álvaro Eusse, hermano de Iván Darío, cuando las llamas se tomaron la que fue su casa familiar, los vecinos acudieron con extintores y con otros elementos para tratar de rescatar a este hombre, quien se encontraba en una de las habitaciones.

“Unos vecinos muy queridos que se la jugaron toda por salvarlo. Cuando lo vieron, intentaron salvarlo, pero estaba parado en la sala, junto a la puerta y se quedó pasmado. Se abrió un boquete y por ese un vecino lo sacó y lo llevó al hospital”, relató Álvaro.

Iván Darío sufrió quemaduras de tercer grado (las más graves, ya que afectaron toda su piel), en el 80% de su cuerpo. Pese a los tratamientos paliativos, poco pudieron hacer por salvarlo.

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Falleció a las 9:31 de la mañana de este lunes, en medio del dolor de los vecinos y sus propios familiares, ya que esta conflagración terminó dejando a esta familia de tres hermanos sin uno de ellos.