La fragilidad de la vida se nos presenta cuando nos enfrentamos con la muerte. Quien en algún momento se haya cruzado con ‘Nando’, como era mejor conocido, sabe que él estaba ahí, en la biblioteca de la Universidad Católica de Oriente (UCO), en Antioquia, siempre estaba ahí, con una franca sonrisa, con una palabra amable y con una mano atenta y amiga.

Desde el sábado 22 de octubre las autoridades, a través de la Personería de Rionegro, estaban buscando a José Fernando Bedoya Restrepo, de 65 años. Buscarlos hasta encontrarlos, decía la publicación. (Vea también: Comerciante fue hallado sin vida en extrañas circunstancias: su carro estaba en un canal)

Sin embargo, una noticia en las playas de Tolú fue la primera pista. ¿Qué tenía que ver Tolú? ¿Qué tenía que ver Rionegro? y ¿Qué tenía que ver José Fernando? (Le puede interesar: Vulneraron a estudiantes: colegios de Honda, Tolima, no pagaron el agua por 11 meses)

En la mañana del lunes 24 de octubre, pescadores de la Tolú encontraron un cuerpo, el cual, según relataron, tenía piedras amarradas a los tobillos. Fue hasta este miércoles 26 de octubre que agentes de Medicina Legal de Sincelejo revelaron la identidad del hombre hallado en el mar: José Fernando Bedoya Restrepo, quien días antes también había sido reportado como desaparecido en el hotel donde se hospedaba.

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La pregunta que hoy se hacen los medios locales en Tolú es cómo llegó José Fernando hasta el agua, si estaba acompañado o si fue llevado hasta ese lugar donde fue hallado sin vida.

Las autoridades adelantarán todas las investigaciones pertinentes para esclarecer el caso.

Hoy queda un sinsabor en su institución, hoy queda un sinsabor en Rionegro y también en cada una de las personas que lo conocieron, que recibieron un apretón de manos, un abrazo, un consejo, un tinto y una sonrisa de su parte. Hoy lo espera su natal Manizales y hoy lo despide su hogar que lo cobijó por tantos años en Rionegro.