La denunciante es Paula Caicedo, una joven que advirtió en sus redes sociales del temor que siente luego de que la mujer a la que le arrendó un apartamento en su casa, en el sector de Arborizadora Alta, sur de la ciudad, sacara su lado agresivo en medio de la cuarentena.

Pulzo se comunicó con Caicedo y lo primero que dijo fue que la mujer, a la que identificó como Angie, “lleva varios meses y no ha querido pagar el arriendo, no quiere trabajar y ya tomó represalias”, pues asegura que luego de cobrarle el dinero vinieron “las amenazas”.

“Primero rompió el vidrio de mi casa, tuve unas lesiones en la mano derecha y ayer (martes) tomó represalias contra mí, y con otra persona me cogieron a patadas en la calle, y me dieron cinco días de incapacidad por medio de Medicina Legal”; contó Caicedo, preocupada, a este medio.

Y agregó:

“No sé qué hacer, porque estoy viviendo con la enemiga en mi casa, donde me amenazan todo el tiempo y no puedo salir sino es con acompañamiento policial”.

La mujer dice que en este momento ve “difícil el tema del desalojo”, pero que se siente atemorizada en su propia casa y con dificultades para trabajar desde allí, ya que “la señora sabe que estoy ocupada y le sube todo el volumen a la música”.

Este medio consultó a la inquilina para escuchar su versión de los hechos, y de entrada preguntó: “Esa versión de que hubo lesiones y todo eso, ¿ella tiene pruebas? No sé qué decir, porque nada de lo que ella está diciendo es verdad”.

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Pero la denunciante mostró videos donde se escuchan insultos y palabras ofensivas, tiene fotos de los destrozos en la casa e imágenes de los rasguños y moretones en varias partes de su cuerpo. Incluso, se refirió a un registro del altercado que, dice, ocurrió en vía pública.

“Pues yo no me voy a dejar boletear ni en redes ni nada de eso”, afirmó la inquilina, y aseguró que si el problema es para denuncias ella también está dispuesta a entablar la suya.

Este caso es el reflejo de un problema que se ha vuelto constante entre arrendadores e inquilinos en medio de la crisis por la pandemia de coronavirus, y precisamente hoy se conoció la historia de una mujer que dijo que el dueño de la casa le quitó la puerta principal con una pulidora, le cortó los servicios, se llevó los sanitarios y hasta los bombillos, este martes, porque ella no ha podido pagar los últimos dos meses de arriendo, según narró en Blu Radio.

Para este tipo de cosas, el Gobierno dijo que no se puede desalojar a una familia en medio de la cuarentena, y recomendó que lo más saludable es que las dos partes lleguen a un acuerdo de pago flexible y se eviten dolores de cabeza.