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Como si se tratara de una autopista, cientos de motociclistas se tomaron los andenes y hasta puentes peatonales aledaños a la Avenida Paralela para ganarle unos minutos a los tacos.
Ante la mirada impotente de los peatones y vecinos de esa vía, una de las más congestionadas por ser uno de los pocos accesos desde el norte del Aburrá, los motorizados se volvieron los amos y señores del espacio público, en una problemática que ya se les salió de las manos a las autoridades de tránsito.
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Fabio Londoño, que vive en el barrio Toscana (Comuna 5, de Antioquia), advierte que aunque la situación se presenta durante todo el día, en la mañana es aún más crítica.
“Aquí no hacen controles de nada. Son muchos los motociclistas y pasan por encima, queriendo tirarle la moto a uno. Por la mañana es cuando más taco hay, entonces las motos se tiran por el andén”, denuncia Londoño.
Manuel Muñoz, otro transeúnte de la zona, advierte que uno de los puntos más problemáticos es un puente peatonal que permite pasar por encima de la avenida, cuyas rampas de acceso para personas en situación de discapacidad se las apropiaron las motos.
“Eso es todo el día. La Policía y el Tránsito llegan a veces, pero no hacen nada. Va uno por la acera, incluso con el niño o con la niña, y los motociclistas son pitando detrás, así uno esté pasando por el espacio para caminar”, reprocha Muñoz, añadiendo que muchos vecinos optan por no decir nada para evitar peleas, ya que muchos conductores reaccionan con agresividad.
Emilio Cano, otro vecino del sector, también advierte vivir la situación con impotencia.
“Algunas veces viene un agente y se para ahí un rato, pero luego se va. Yo a veces voy caminando con mi hija, los motociclistas intentan atravesarse y nosotros no nos quitamos”, relata. “Ese pedacito”, dice señalando el andén ubicado en el costado occidental de la vía “es muy peligroso”, denuncia.
Tras una reportería por la zona, este diario pudo constatar cómo por los andenes y el puente vehicular pasan adultos mayores, madres con niños en brazos o en coches, vendedores ambulantes, entre otros, y todos se tienen que arrinconar contra las barandas para darle paso a los motociclistas imprudentes, muchos sin siquiera portar cascos.
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Para conocer su diagnóstico sobre este fenómeno, EL COLOMBIANO envió un requerimiento a la Secretaría de Movilidad, que a través de una respuesta escrita señaló tener conocimiento del problema, atribuyéndolo principalmente a un problema de mal comportamiento.
“Desde la Secretaría de Movilidad de Medellín se tiene identificada esta situación que pone en riesgo a los ciudadanos que por allí transitan, debido al mal comportamiento de los conductores en la vía y la invasión de los andenes, puesto que el peatón es el actor vial más vulnerable”, expresó esa dependencia, añadiendo que en lo corrido de este año se han aplicado “81 comparendos y 23 inmovilizaciones” en la Avenida Paralela, de los cuales 79 han sido por invasión de andenes.
Según argumentó esa dependencia, además de los controles, para combatir la problemática también ha desplegado capacitaciones y talleres enfocados en corresponsabilidad vial.
Pese a esa respuesta, para la mayoría de transeúntes y vecinos consultados, el sinsabor de la falta de controles sigue siendo uno de los principales reproches.
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