El ministro causó enorme controversia este jueves al decir que como el Gobierno nacional financia “70 % de otros proyectos” que están cerca de desarrollarse en Bogotá, podría bloquear esos recursos si no se accede a la pretensión de cambiar el diseño de la primera línea del metro de Bogotá, como lo exige el presidente Gustavo Petro.

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Esas palabras fueron interpretadas como un “chantaje” por varios sectores políticos, no solo de oposición a Petro, sino también cercanos que protestaron por la forma en que se impondría el cambio.

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Por eso, los primeros en emprender acciones formales fueron los senadores David Luna y Miguel Uribe Turbay, quienes conforman la comisión accidental del metro de Bogotá en el Senado, por lo que citaron al ministro de Transporte a dar explicaciones sobre lo dicho.

Así lo informó El Espectador, medio que también citó una parte del comunicado de esa comisión, en el que aseguraron que Reyes “vulneró el principio de autonomía de las entidades territoriales garantizado constitucionalmente”, según el cual “se prohíben las relaciones de tipo jerárquico, de subordinación o sometimiento de las entidades territoriales, respecto del nivel central”.

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El senador Luna le pidió al alto funcionario respeto y que “no amenace a Bogotá” por “un capricho suyo o una soberbia del presidente Petro”: “Queremos el metro, y lo queremos ya”, manifestó.

Uribe fue más allá y aseguró que se trata de una “actitud mafiosa” del mandatario y advirtió que se corre un riesgo de “nunca acabar” la obra.