Lejos de avanzar para convertirse en una realidad, el metro de Bogotá se enreda con el paso de los días. El presidente Gustavo Petro insistió que el proyecto es una “chambonada”, y advirtió: “No seré cómplice”. Además, ya condicionó la entrega del dinero que el Gobierno Nacional anunció para llevarlo a cabo.

(Lea también: Firma que contrató el Gobierno le da la derecha para hacerle cambios al Metro de Bogotá)

Pese a que Claudia López señaló que la construcción de la primera línea del metro de Bogotá va en un 18 %, el jefe de Estado no da su brazo a torcer y aseguró que, si la alcaldesa no acepta que el tramo de la avenida Caracas sea subterráneo, no le daría el dinero pactado y la obra se frenaría.

Según explicó en Noticias Caracol el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, la administración distrital debe aceptar los cambios propuestos o la financiación quedaría en veremos. “Es muy claro: si no se aceptan las modificaciones, el Gobierno, en la medida de que financia el 70 % de los otros proyectos, se tendrán que frenar”, expresó el ministro.

Gustavo Petro le pone condiciones a Claudia López para metro de Bogotá

A través de su cuenta de Twitter, el mandatario detalló que, como los recursos saldrán del bolsillo del Estado, hará lo posible para exigir “mejor calidad” en la construcción del proyecto.

Los argumentos expuestos por el Gobierno para justificar los cambios al contrato se basan en dos conceptos: el interés público y la posible afectación grave a servicio de transporte público.

Según indicó en su momento Petro, no solo existen riesgos en el terreno que podrían afectar la estabilidad de las columnas, sino que “también perjudicaría de manera severa la movilidad en la zona que tendría que ser afrontada por un estructurado plan de manejo de tráfico”, pues la construcción debe mantener la operación de Transmilenio por la Caracas.

Lee También

El presidente mostró su interés por la subterranización del metro desde la estación 8, en la carrera 50 con avenida Primero de Mayo hasta la calle 72. Eso costaría 12 billones de pesos adicionales  que saldrían del presupuesto nacional y demoraría el proyecto seis años más.