La embarcación Atenea de la empresa Distracom S.A. salió desde el pasado 12 de mayo, con cinco personas y una carga de combustible por valor de más de $ 700 millones.

El recorrido inició por el río Magdalena en Cartagena con destino al Bajo Cauca. Sin embargo, ocho días después, cuando ya se encontraban navegando por el río Cauca, fueron interceptados por dos hombres armados que se movilizaban en otra canoa, quienes los obligaron a entregar sus celulares y dirigirse al corregimiento de Galindo (Bolívar). Se identificaron como miembros del Clan del Golfo’.

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Según la denuncia, al llegar a ese corregimiento, los cinco tripulantes de la embarcación fueron retenidos durante cuatro días hasta que el grupo armado descargó toda la carga de gasolina corriente y diesel que transportaba. En detalle, los hechos se agudizaron específicamente el 21 de mayo, cuando estando retenidos, los tripulantes denuncian que llegaron, aproximadamente, 50 sujetos armados más y fue ahí cuando empezaron a descargar el combustible que se transportaba en la embarcación Athenea.

Para la descarga, que duró hasta el medio día del 22 de mayo, utilizaron diferentes artefactos como canoas, timbos, y cubotaques. Ese lunes, según la tripulación, el ‘Clan del Golfo’ les devolvió los celulares y les dieron la orden de retirarse del lugar. La barca Athenea regresó entonces a Magangué (Bolívar) e informaron a la empresa de lo sucedido.

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“Es claro que nos encontramos aquí frente a un hurto de hidrocarburos, un delito común en nuestro país, debido al gran desarrollo de esta industria, cada año las empresas de este sector reportan con preocupación el aumento de este tipo de delitos que afectan de manera directa su economía y generan pérdidas millonarias y, en ocasiones afecta a tal punto que el medio ambiente también sufre los rigores de los delincuentes”, expresa la empresa en su denuncia.

Además, la distribuidora considera importante señalar que las consecuencias adversas, no solo son patrimoniales para las empresas transportadoras u oleoductos y demás; sino que la magnitud de esta conducta también amenaza las comunidades, en cuanto a que derrames ocasionales pueden poner en peligro a las comunidades y al ecosistema que rodea el lugar del evento.

Al respecto de los derrames que menciona la empresa, en Caño Limón–Coveñas, por ejemplo, son recurrentes los ataques. Siendo esta una de las infraestructuras de hidrocarburos más importantes del país, que trasporta el recurso desde Arauca hasta Antioquia. Según información de la Ecopetrol, en la última década van casi 460 atentados al oleoducto. Asimismo, ha alertado de la presencia de decenas de conexiones ilícitas a la infraestructura.