
La investigación sobre el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá, ha dado un giro significativo con el hallazgo de nuevas evidencias en el celular del joven sicario de 15 años, capturado minutos después del ataque.
Según fuentes de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) y reportes de Noticias RCN, el dispositivo contiene información que apunta a posibles conexiones con estructuras guerrilleras, específicamente las disidencias de las Farc y el Eln lo que ha intensificado las pesquisas para identificar a los autores intelectuales del crimen.
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El análisis forense del celular del menor, quien disparó contra Uribe Turbay dejándolo en estado crítico, ha revelado 17 contactos que los investigadores consideran fundamentales para esclarecer el caso.




Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentran fotos de guerrilleros, como los abatidos Jesús Santrich y Alfonso Cano, antiguos líderes de las extintas Farc. Además, mensajes, uniformes camuflados y banderas del Eln lo que ha causado preguntas sobre la posible participación de este grupo armado en el atentado.
Un elemento central de la investigación es la participación de una mujer, aún no plenamente identificada, que habría actuado como enlace entre el sicario y estructuras guerrilleras. Según los reportes, esta persona mantuvo comunicación con el menor y podría tener vínculos directos con las disidencias de las Farc, particularmente con la Segunda Marquetalia.
Los expertos de la Dijín están cruzando esta información con los interrogatorios del joven sicario, quien ha expresado su voluntad de colaborar con las autoridades a cambio de protección para él y su familia.
Fotos de figuras públicas en celular del sicario
Otro hallazgo que ha captado la atención de los investigadores son las fotografías del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y de la fiscal general, Luz Adriana Camargo, en el celular del menor.
Aunque no se ha establecido una conexión directa entre estas imágenes y el atentado, los investigadores están analizando si podrían estar relacionadas con otros planes criminales o si son parte de un contexto más amplio de vigilancia a figuras públicas.
“Estamos siendo extremadamente cuidadosos para no seguir pistas falsas… Sin embargo, la presencia de estas imágenes y los contactos encontrados en el celular nos obligan a explorar todas las posibilidades, incluyendo la participación de grupos armados organizados”, afirmó una fuente de la Fiscalía consultada por El Tiempo.
La investigación puso el foco en Florencia, Caquetá, zona de influencia de las disidencias. Dos de los capturados por el atentado, Carlos Eduardo Mora González, alias “El veneco”, conductor del Chevrolet Spark gris utilizado en el ataque, y Katerine Andrea Martínez Martínez, alias “Gabriela”, tienen vínculos con esta región.
Mora González residió en Florencia antes de trasladarse a Bogotá, mientras que Martínez huyó hacia allí tras el atentado, presuntamente para buscar refugio con la guerrilla.
Según las autoridades, Martínez fue capturada en un billar de la ciudad, tras cambiarse el color de pelo para evitar ser reconocida.
Un tercer nombre que ha surgido en la investigación es el de Bayron Trujillo Caballero, alias “El costeño” o “El negro”, un prófugo de la justicia con un extenso historial delictivo que incluye 24 procesos judiciales por hurto, extorsión y porte ilegal de armas.
Trujillo, también oriundo de Florencia, aparece en el mismo expediente judicial por porte de armas que Mora González, lo que refuerza la hipótesis de una red criminal con raíces en Caquetá.
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